Aquí Opinan
La UUUCV y el acoso
León Arismendi
L a Universidad Central de Venezuela es uno de los escenarios de la Venezuela plural sometida al acoso del pasado y de la intolerancia como política de Estado. Los seguidores del gobierno, a pesar del trato respetuoso que se les dispensa, tampoco soportan aquí su condición de minoría.
En todos los eventos electorales universitarios, los partidarios del militariado, no sobrepasan el veinte por cierto (20%) de los votantes.
Así ocurre en las elecciones de las autoridades, en las de los organismos estudiantiles y en las del gremio profesoral. El fundamentalismo de sus voceros carece de fuelle ante la pluralidad propia de la universidad democrática. Se quedaron en el pasado y sin el menor asomo de la tan cacareada “autocrítica”, al punto que parecen ignorar que el catecismo “marxista-leninista” hace rato que pasó a un plano distinto al que ocupó durante años, cuando un universitario que no pudiese recitar las leyes de la dialéctica no estaba en nada. Los que aún siguen en aquellas creencias ya no escriben ni folletos y rehúyen cualquier debate equilibrado sobre los rumbos de la universidad y del país. No es casual que hayan sucumbido a la charlatanería redentora del teniente coronel y se dediquen a justificar la prédica del odio, que le es propia, y que le endilga a los demás. Es con esos retazos de “ideología”, es con esos fantasmas que se chantajea a los universitarios. Ese modo de pensar es minoría en las aulas y en los pasillos pero pretenden que se les reconozca como los dueños de la verdad. Ellos son emanación genuina del pueblo, herederos de Bolívar y del ejército libertador; los demás, la mayoría de los universitarios, son la encarnación del mal, voceros del imperio, lacayos de la burguesía, enemigos de la patria. De ese modo justifican su intolerancia y su violencia. Son los baluartes del hombre nuevo, cuyo prototipo se nos quiere imponer con gases lacrimógenos, pistolas de cualquier calibre y hasta con fusiles y metralletas.
Incapaces de avanzar en el terreno de las ideas toman por el atajo del terror y la violencia. Para ello cuentan con el apoyo del gobierno, quien además de pertrecho les cubre con el manto de la impunidad. Ese acoso cotidiano contra las autoridades o contra cualquier acto político al que concurran voceros del mundo opositor, el atropello contra periodistas en el campus universitario, pretende crear una atmósfera donde la convivencia sea imposible. Sueñan con que se les responda en el mismo terreno.
Por fortuna, más sabe el diablo por viejo que por diablo. No hay vacuna más eficiente contra el fanatismo y la intolerancia que la libertad de pensamiento. Al grito de violencia hay que contraponerle el diálogo civilizado, la paz, la democracia. El pensamiento único es un resabio del pasado que la universidad derrotó en su momento; sus propios intelectuales, de izquierda, se ocuparon de colocarlo en el lugar de los anacronismos.
Las sombras de ahora son charamizas de aquello, sin el menor asomo de creatividad y sin aliento de renovación. Una vez más serán vencidas.
Lunes 06 de Julio de 2009
TalCual
El último acoso consiste en otorgar al Gobierno Nacional, Ministerio de la Educación Popular, el ingreso a las Universidades como de su exclusiva competencia eliminando las pruebas de aptitud que tienen las Universidades. Está claro que ingresarán activistas entrenados en agitación política formados en Cuba ( recuerden los graduados con fanfarria por Chavez para divulgar la Revolución )para desestabilizar la UCV, USB, UZ, UC, ULA, UO y todas las otras autónomas. El interés es la toma de las Universidades declarando la incompetencia de la Autoridades, en la que la educación no tiene nada que expresar en estos cambios. Veremos así como graduarán burocratas que llamarán Médicos, Ingenieros, Economistas Socialistas, Sociologos Revolucionarios, Periodistas de la verdad mediatica,y otros titulos Kitcheanos pos-modernos del nuevo léxico comunista del siglo XXI. Estamos convertidos en un gran laboratorio manejado desde Cuba con la ayuda de los post-marxistas Europeos. Así se distraen mientras el islamismo talibánico avanza tras la destrucción de los infieles sin adjetivos; ya le llegará el turno a estos europeos.