Lo de Podemos en España bien merece una tesis de un curioso caso de fascismo no percibido. Aunque ellos acusan a todos los que piensan distinto de “fascistas”, viven la política de la mano de la máxima premisa «facha»: «Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado». En este sentido, la última delirante iniciativa se titula «ley de familias». Está impulsada por el Ministerio de «Derechos Sociales y Agenda 2030» y parte de la premisa de que la «familia» (en singular) ya no existe. Por lo tanto, el Estado tiene que reconocer, amparar, subsidiar y difundir en los textos de estudio los 16 tipos de familia que ellos consideran.
La psicóloga Ione Belarra, titular de la cartera que impulsa la iniciativa, se propone “frenar la cacería machista” e intervenir en los textos escolares con la presencia de todos los modelos de familia, con la finalidad de «difundir la diversidad». Claro que, además de hacerles estudiar a los niños los 16 tipos de familias diferentes, el anteproyecto propone una batería de subsidios que incluyan el acceso a internet, dinero para pagar el servicio de electricidad y bonos especiales para museos y actividades recreativas y culturales.
Según el texto de la «ley de familias» que impulsa la izquierda española, «el concepto de familia no queda limitado a las de origen matrimonial», por lo que consideran necesario dar «el pleno reconocimiento jurídico de los distintos tipos de familias y su protección, ya sea legal, económica, en términos de crianza y cuidado, de apoyo a través de servicios sociales, de salud y bienestar, de educación, cultura y ocio y con respecto a las tecnologías de la información».
«Ya no existe la familia, sino las familias en plural», indica el anteproyecto. ¿Cuáles serían «las familias» para Belarra? Las del tipo “reconstruida”, “biparental”, “retornada”, “joven”, “monomarental”, “biparental”, «múltiple», «inmigrante», “intercultural”, “transnacional”, etcétera. Un delirio por donde se le mire.
Obligatoriedad en las escuelas
Según el anteproyecto de Podemos, los 16 tipos de familias tienen que ser reconocidos y difundidos en los materiales de estudio y actividades escolares. Los padres no tendrán derecho a cuestionarlo. “Los progenitores o adultos responsables no podrán impedir el acceso de niñas, niños y adolescentes a la información y su participación en actividades de sensibilización y difusión de la diversidad familiar que se desarrollen en el marco educativo, a fin de evitar una restricción de sus derechos a la educación y al libre desarrollo de su personalidad”, indica el texto que buscará promulgar la izquierda española.
Marcelo Duclos 26 noviembre, 2022 PanAmPost