El extremismo islámico cuenta con el apoyo de los miembros del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla. Todos ellos públicamente tienen una postura política en contra del pueblo judío
Cuando el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, realizó su visita oficial a Argentina el pasado 18 de abril, el presidente anfitrión, Alberto Fernández, pidió a los demás gobiernos de la región “repensar” la relación con Venezuela hasta el punto de sugerir “recuperar el vínculo pleno” con Caracas. Fernández gobierna con Cristina Kirchner, una fervorosa chavista que junto a su marido hicieron de Argentina un país para facilitar la logística y las operaciones de grupos terroristas en la región. Que este gobierno haya dicho que no había ningún vínculo entre los tripulantes del avión venezolano-iraní y grupos terroristas, es parte de la política de protección a estos grupos.Recientemente, el ministro de Inteligencia de Paraguay, Esteban Aquino, confirma lo contrario: Gholamresa Ghasemi, piloto del avión detenido en Argentina, forma parte de las Fuerzas Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, los encargados de las operaciones extraterritoriales, especializados en guerra asimétrica y operaciones de inteligencia militar.Recordemos que las relaciones entre el régimen iraní y el régimen venezolano comenzaron por iniciativa del fallecido dictador Hugo Chávez en 2001, el mismo año en que fue formalizada también la cooperación con la dictadura castrista de Cuba. El pasado 14 de junio de 2022, Nicolás Maduro desde Irán resaltó la caracterización que hiciera el Ayatola sobre la relación Venezuela-Irán: “Es exclusiva, extraordinaria”. Además hizo un homenaje a Qassem Soleimani, el sanguinario exjefe de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Esta organización, así como Hamas y Hezbollah, proponen el exterminio de Israel. Hugo Chávez maldijo a Israel en televisión nacional en 2010 y Maduro ha continuado con su política antisemita en contra del pueblo judío en Venezuela, y el cuestionamiento de la existencia del Estado de Israel.
El extremismo islámico cuenta con el apoyo de los miembros del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla. Todos ellos públicamente tienen una postura política en contra del pueblo judío y a favor del extremismo islámico. Este apoyo político sirve como propaganda para sustentar en la opinión pública la normalización del antisemitismo. Junto a esta propaganda, organizaciones como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), promueven el extremismo islámico mediante el financiamiento directo de políticas locales que refuerzan el antisemitismo, como lo han venido demostrando organizaciones como The Center for Near East Policy Research LTD.
El extremismo islámico amenaza a nuestra región. Estos agentes son traídos a la América del sur para entrenar a los militantes de izquierda en actividades de desestabilización, contrainteligencia, guerra asimétrica, lavado de dinero y guerrilla urbana. Además de estas actividades, estos grupos radicales se benefician en nuestra región de reclutar nuevos miembros que son llevados al oriente medio o Europa a la realización de actividades terroristas, ya que se han encontrado entre sus bases demográficas serias dificultades para conseguir nuevos miembros.
Es por esto que la palabra que usa Esteban Aquino para calificar la labor de identificación de estos grupos y confirmarlo públicamente, es “patriótica”. Felicitó la labor de los cuerpos de seguridad de Uruguay y Argentina que hicieron lo propio ante esta situación. Entre las palabras de este funcionario, se percibe una preocupación honesta sobre la seguridad de los ciudadanos de su país, una preocupación que es compartida por los órganos de seguridad de los demás países de la región, pero que no es compartida por los titulares del poder que son de izquierda y apoyan las banderas de estos grupos.
Roderick Navarro. Panampost. com 18_Junio_2022