La señal en los aeropuertos podría provocar la cancelación o retraso de unos 1100 vuelos, lo cual afectaría a unos 100.000 pasajeros, según alertan varias aerolíneas estadounidenses. El gremio ya viene de sufrir pérdidas millonarias por las restricciones a raíz de la pandemia
Si hay un mercado que resultó extremadamente afectado durante la pandemia del COVID-19 fue el de las aerolíneas. Los aviones se detuvieron en todo el mundo cuando el virus alcanzó el pico de contagios y los países quedaron sin conexión aérea. Ahora, apenas superando el episodio, aparece otro obstáculo que amenaza la regularidad de vuelos, al menos en Estados Unidos.
El nuevo acontecimiento nada tiene que ver con el coronavirus. Se trata de la red 5G. Las bondades que ofrece el nuevo servicio podrían quedar opacadas cuando esta provoque el retraso y cancelación de vuelos. Si vamos a los números, quedarían retrasados o cancelados unos 1100 viajes y 100.000 pasajeros de acuerdo con una carta dirigida a la Casa Blanca firmada por aerolíneas como American Airlines, Southwest Airlines y Delta Air Lines.
La red 5G, la evolución de la señal 4G —que promete mayor velocidad de internet— podría interferir con las herramientas que rastrean la altitud y ayudan a aterrizar en escenarios de baja visibilidad, según la Administración Federal de Aviación. He ahí el problema. No es difícil imaginar qué pasaría con un avión que experimente dicha interferencia.
¿Cuál es el problema?
El tema respecto a los vuelos concierne a las empresas móviles estadounidenses AT&T y Verizon, ambas compañías han retrasado dos veces en varios aeropuertos el novedoso lanzamiento. Y es que de acuerdo con una reseña de BBC la red 5G se apoya en un mayor uso de las señales de radio. En EE. UU. las frecuencias de radio que se utilizan para esa señal forman parte del espectro conocido como Banda C.
El texto explica que estas frecuencias «son cercanas a las utilizadas por los radioaltímetros de los aviones, que miden la altura de la aeronave sobre el suelo y también proporcionan datos para los sistemas de seguridad y navegación». Si hay interferencia del 5G, los instrumentos de los aviones comenzarán a funcionar mal.
Por otro lado, Huawei, la empresa china y una de las precursoras de la red 5G, no participa en esta oportunidad. EE. UU. vetó a la compañía durante la presidencia de Donald Trump por representar «un riesgo para la seguridad nacional».
El tema respecto a los vuelos concierne a las empresas móviles estadounidenses AT&T y Verizon, ambas compañías han retrasado dos veces en varios aeropuertos el novedoso lanzamiento. Y es que de acuerdo con una reseña de BBC la red 5G se apoya en un mayor uso de las señales de radio. En EE. UU. las frecuencias de radio que se utilizan para esa señal forman parte del espectro conocido como Banda C.
El texto explica que estas frecuencias «son cercanas a las utilizadas por los radioaltímetros de los aviones, que miden la altura de la aeronave sobre el suelo y también proporcionan datos para los sistemas de seguridad y navegación». Si hay interferencia del 5G, los instrumentos de los aviones comenzarán a funcionar mal.
Por otro lado, Huawei, la empresa china y una de las precursoras de la red 5G, no participa en esta oportunidad. EE. UU. vetó a la compañía durante la presidencia de Donald Trump por representar «un riesgo para la seguridad nacional».
¿Hay soluciones?
Sí, pero no serán beneficiosas para las aerolíneas. El rubro viene de pérdidas multimillonarias en 2020. Ese año los ingresos de pasajero-kilómetro cayeron 66 % comparando 2020 con 2019 a causa de la pandemia, según un informe de The Economist. Estimaciones apuntan a que al sector aerocomercial le tomará hasta el año 2024 recuperar los niveles de 2019.
Viniendo de este escenario, ahora la puesta en marcha de la nueva red podría limitar el uso de los radioaltímetros para evitar accidentes. Muchos aviones dependen de ese sistema y la asociación Airlines for America lo alertó. Gran parte de la flota de aviones de EE. UU. será «considerada inutilizable» debido a las restricciones en su operación.
Otra alternativa son «zonas de amortiguamiento» establecidas por la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) alrededor de 50 aeropuertos. Pero estas, añadió BBC, «son mucho más pequeñas» que las zonas que ya se utilizan en Francia, y los transmisores estadounidenses operaran a niveles de potencia significativamente más altos. Para las aerolíneas los esfuerzos son insuficientes y piden excluir la red dentro de las dos millas (3,2 kilómetros) de distancia a los aeropuertos afectados.
Sin opiniones consensuadas
En EE. UU. ahora se libra una disputa tecnológica —con la Casa Blanca en el medio—, la cual ya ha sido superada en otras naciones. La FAA, reseñada por The Guardian, explicó que en otros países «los niveles de energía se han reducido alrededor de los aeropuertos y las industrias han trabajado juntas antes del despliegue».
Hasta hace pocos días las aerolíneas y los organismos que las regulan no parecían entenderse. Pero algo es seguro: el fin es evitar una crisis de aviación. «La gran mayoría del público que viaja y realiza envíos, esencialmente, estará en tierra», es la advertencia del gremio.
Sin duda la tecnología ha provocado avances importante a lo largo de la historia, pero dicha evolución debe darse con cautela, sin empañar el progreso económico de EE. UU. ni poner en riesgo la vida de los pasajeros.