El expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos y la excongresista, Piedad Córdoba, figuran en el informe de la Asamblea Nacional de Ecuador sobre los negocios de Saab
A manos del presidente de Colombia, Iván Duque, así como del Senado y la Fiscalía del país cafetero, llegará el informe de la investigación de la Asamblea Nacional de Ecuador sobre la presunta trama de corrupción que lideró Álex Saab, quien es señalado por el lavado de millones de dólares en operaciones que involucran al chavismo. En el documento también figuran el exmandatario de la nación, Juan Manuel Santos, así como la exsenadora Piedad Córdoba.
Esa es la meta de Fernando Villavicencio, presidente de la comisión de fiscalización de la plenaria ecuatoriana, quien en entrevista con Semana reveló que “hubo un acuerdo binacional entre el fallecido presidente Hugo Chávez y el expresidente Juan Manuel Santos que amparó o cobijó la posibilidad de que la empresa Fondo Global de Construcción, liderada en Colombia por Álex Saab y Álvaro Pulido se quedara con el contrato para construir las viviendas en Venezuela, lo que fue el inicio del entramado de corrupción”.
En su informe señala que la participación del gobierno de Santos en este esquema permitió crear “una maqueta, una cobertura, un paraguas, para que la empresa de Álex Saab pudiera participar”. A su juicio, ellos también tienen en este caso una “responsabilidad política por la que responder ante los colombianos”. Sobre estas declaraciones no ha habido respuesta por parte del antiguo mandatario. Santos está mudo hasta ahora.
Un pacto binacional
Saab, quien está detenido en Miami y su socio Álvaro Pulido, considerado en estado de fuga por Estados Unidos, establecieron conexiones en Panamá, Ecuador, Venezuela, España, Malta y Colombia que facilitaron el supuesto lavado de 160 millones de dólares, según datos que se revelaron en los denominados Pandora Papers.
Sin embargo, en el caso de Colombia, el convenio binacional con Venezuela para construir viviendas prefabricadas con el chavismo, firmado personalmente el 28 de noviembre de 2011 por Hugo Chávez, el expresidente Santos y Nicolás Maduro, quien para entonces era el canciller, genera sospechas.
Una de las hipótesis latentes es que este pacto se concretó cuatro días después de la constitución de la empresa Foglocons – propiedad de Saab y Pulido- en Colombia, es decir, con una persona jurídica recién creada, sin ninguna experiencia en el campo de la construcción y sin algún historial financiero que generara el soporte para un multimillonario proyecto social de vivienda.
«Es sospechoso que el gobierno de Santos enviara a Álex Saab como delegado del Estado colombiano como representante de un contrato con el gobierno de Venezuela para la exportación de casas prefabricadas. Ese contrato no fue ejecutado desde Colombia, sino desde Ecuador. Lo que podemos advertir es que facilitó un contrato simulado para que puedan participar dos personajes oscuros como Álvaro Pulido y Saab», recalcó Villavicencio, de acuerdo con WRadio.
Una mediadora
La investigación que encabeza Villavicencio también incluye a la exsenadora Piedad Córdoba, por servir de mediadora ante el gobierno de Venezuela para que la empresa de Saab se ganara el contrato. Incluso, se menciona que en julio de 2013, cuando ya Saab era indagado por presunto lavado de activos, la excongresista colombiana viajaba en narcojets hacia Ecuador con Saab.
El parlamentario accedió a la lista de pasajeros del vuelo privado Bogotá-Quito que aterrizó en el aeropuerto de la capital ecuatoriana el 8 de julio de 2013 donde ambos aparecen como pasajeros de la aeronave propiedad de la compañía estadounidense Aircraft Guaranty Corporation. Esta empresa la constituyó Debra Lynn Mercer-Erwin, quien enfrenta un proceso penal en Texas, EE. UU., por supuestamente integrar una estructura criminal entre 2012 y 2020.
El jet N72LJ que compartieron forma parte de un fideicomiso llamado Aircraft Guaranty Corp Trustee que la Administración Federal de los Estados Unidos (FAA) identificó como eje de una estructura aérea de al menos 9000 aviones. Estos transportes permitieron ingresar miles de kilos de cocaína a los Estados Unidos desde Colombia, Venezuela, Belice, Honduras, Guatemala y México, según revela Periodismo de Investigación.
Córdoba aseguró que “todo es falso”, porque se comporta “como política, no como negociante”. Ella anuncia denuncias por calumnia y difamación mientras llama a Villavicencio “hijo de puta». Así lo divulga el diputado en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, el lenguaje cuestionable de Córdoba y sus amenazas no detienen al parlamentario ecuatoriano. En cambio, Villavicencio reitera que «los nombres no están puestos al azar».