En cualquier nación democrática del mundo, lo acontecido en Bilbao sería visto como un ejercicio nauseabundo de involución; la perversión más infame de la moral pública, la degradación más vil de la política. Todos los partidos, sin exclusión, que mantienen con sus votos a Pedro Sánchez en La Moncloa se han retratado con su presencia en esa concentración en apoyo de la liberación de los presos etarras. Podemos, ERC, Bildu, Junts, PNV, BNG y demás formaciones «progresistas» -según expresión de Pedro Sánchez- han participado en un acto que es la quintaesencia de la ignominia y dibuja de forma descarnada el Seguir leyendo