A diferencia de los que califican de “fenómeno” lo ocurrido en Argentina, lo que pasó no es algo fuera de lo común, sino la lógica consecuencia del hastío generalizado de la sociedad con un modelo que llevó a la miseria a muchos países en el mundo. Si una rana fuera arrojada a una olla llena de agua hirviendo, el animal reaccionaría de inmediato y se saldría de la olla. Caso contrario ocurriría, si la misma rana fuese puesta en la misma olla con agua fría y luego la pusieran al fuego hasta que el agua empezara a calentar y hervir. Seguir leyendo