Refinerías chinas deberán pagar un impuesto cercano a 50 % por importaciones, perjudicando a la dictadura venezolana que busca evadir las sanciones de EEUU A Nicolás Maduro se le están complicando los negocios petroleros con el gigante asiático. Un nuevo impuesto ordenado por China podría reducir la cantidad de barriles que Venezuela vende a las refinerías independientes, evadiendo las sanciones impuestas por Estados Unidos. Los costos para los importadores chinos aumentarán entre 40 % y 50 % respecto a tres tipos de combustibles a partir del 12 de junio: bitumen diluido, combustible de ciclo ligero (LCO) y aromáticos mixtos. Venezuela Seguir leyendo