Tal como lo pronosticó la Academia Nacional de Ciencias, Físicas, Matemáticas y Naturales, Venezuela alcanzó el ritmo de incremento del millar de casos diarios de contagios de Covid-19. Más allá de la precisión de las cifras y de la confiabilidad sobre las mismas, se impone una evaluación en torno a algunos aspectos críticos de la situación de la pandemia en nuestro país.
El abordaje militar y policial, y obviamente político, de la contingencia en varios aspectos resulta contrario al manejo eminentemente epidemiológico de la coyuntura. Se ha insistido en la necesidad de descentralizar y ampliar la factibilidad de realizar las pruebas moleculares para desarrollar un monitoreo consistente sobre la pandemia. También se ha alertado que la proporción de infectados, y también de fallecidos es proporcionalmente alta entre el personal de los servicios de salud, lo cual es revelador de las condiciones en las cuales a los equipos sanitarios les corresponde batallar contra la enfermedad. Adicionalmente, son notorias las deficiencias en materia de suministro de insumos, dotación de equipos y disponibilidad de material en los centros asistenciales.
Por si fuera poco la población padece un conjunto de calamidades como la escasez de combustible que incide en la movilidad para las actividades esenciales, ausencia de gas doméstico que obliga a recurrir a los fogones de leña, en los casos en donde es factible, o a improvisados mecheros y hornos a carbón, interrupciones del servicio eléctrico que no siempre pueden compensarse con auto generadores por la falta de gasolina y gasoil, y lo más grave, falta de agua con lo cual es imposible satisfacer los requerimientos de cuidado e higiene personal que la Covid-19 exige.
El país sufre, en medio de la pandemia, un conflicto institucional marcado por la confrontación política, el caos económico y la crisis social. Las autoridades tratan de justificar la delicada situación atribuyendo las carencias, las limitaciones y las dificultades a la llamada “guerra económica” y “el bloqueo internacional” por lo que el escenario moderado previsto por los académicos ocurrió anticipadamente, y entonces, lamentablemente, cabría esperar que el pronóstico crítico de millares de registros diarios esté más próximo en el almanaque.
¡Amanecerá y veremos!
@ADIGIAMPAOLO