Julio Cesar Arreaza . 15 de Diciembre. lapatilla.com Pudiéramos caracterizar como negras las dos primeras décadas transcurridas de este siglo, que resultaron negadoras de las aspiraciones de libertad y democracia que brotaron como fuente de manantial aquel 23 de enero de 1958, fecha auroral en nuestro destino histórico, cuando el pueblo conjuntamente con las Fuerzas Armadas decidieron ponerle fin a la dictadura de entonces, que había proscrito la soberanía popular. Estos 20 años de vuelta a la barbarie, el latrocinio y la tortura desembocaron en la destrucción de las instituciones y disolución de la república que fundó la generación excepcional Seguir leyendo