Talcual Digital – 18 de marzo 2018
A su juicio del ex-ministro Rafael Ramírez esta ola de arresto a integrantes del Ejército venezolano se deben a que “algo muy grave está pasando”, dentro del seno de la FAN
Para el ex-ministro de Petróleo Rafael Ramírez, las detenciones a funcionarios militares retirados a los que denominó los “Centauros de Chávez”, realizada por el gobierno de Nicolás Maduro durante esta semana deben llamar a los venezolanos a prestar atención a lo que a su juicio está pasando en el seno de la Fuerza Armada Nacional (FAN).
Esta semana varios fueron los arrestos que realizó el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin),a funcionarios que participaron aquel 4 de febrero del 1992 en la intentona golpista liderada por el fallecido Hugo Chávez. El exministro de Interior y Justicia Miguel Rodríguez Torres encabeza la lista, encarcelado el pasado 13 de marzo en Caracas, lo sigue el exjefe de la Casa Militar López Ramírez y otros tantos oficiales de Ejército; de este mismo modo pesa una orden de detención sobre Cliver Alcalá.
Rafael Ramírez ve imposible dejar de expresar su solidaridad con Rodríguez Torres y sus familiares en estos “momentos difíciles”, a pesar de tener “diferencias con algunas de sus posiciones, apariciones públicas y coincidencias con la derecha”.
“No deja de molestarme la imagen de la detención de Rodríguez Torres, por efectivos del SEBIN, el mismo cuerpo de inteligencia que él creó y dirigió por tantos años junto al Comandante Chávez; no deja de preocuparme la suerte del General López Ramírez, amigo, y en el que reconozco la honestidad y la lealtad a Chávez, tantos años trabajando juntos, apoyando al Comandante en su trabajo; o la suerte de oficiales que, aunque no los conozco como personas, sí sé por su actuación, trayectoria y desempeño de su compromiso con la Patria, con la doctrina militar Bolivariana y con los valores que el Comandante Chávez sembró en la Academia Militar, cuna y custodio del pensamiento Bolivariano”, señaló.
Para el también ex-ministro de Energía y Minas es confuso todo lo que está pasando y no deja de preguntarse “¿quién los acusa?, ¿de qué se les acusa?, ¿quién lleva a un tribunal a los hombres o los muchacho de Chávez?”.
A su juicio estos arrestos se deben a que “algo muy grave está pasando…lo más peligroso en política, es lo que no se ve a simple vista”, destacó Ramírez.
Subrayó que está cada vez más claro que “el madurismo necesita acabar con el chavismo para subsistir. Es como una “cosa” que capturó al chavismo, se apropia de sus espacios con violencia, para luego destruirlos, vaciarlos de contenido, hacerlos indiferentes, dóciles, quitarles todas sus capacidad”.
De acuerdo con lo expresado por uno de los “hijos de Chávez” esta nueva incursión viene acompañada de la acción erosiva de “sentenciar como si fuese un tribunal inquisitorios” y por redes sociales controlar a los ciudadanos y establecer con “la derecha un pacto de coexistencia con la misma derecha que combatió hasta la muerte, que nunca le dio tregua al Comandante Chávez”.
El ex-ministro de Petróleo señaló que los soportes de la patria que dejó el fallecido presidente de Venezuela fue la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y la FAN, pues la primera estaba destinada a garantizar la “soberanía económica y la segunda nuestra soberanía territorial”.
“Primero le tocó el turno a PDVSA, se persiguió, encarceló, desacreditó a la empresa como un todo, a mi persona como la cara visible de la gestión junto al Comandante Chávez, no les importó enlodar nuestro nombre y reputación, en una alianza con la extrema derecha guardaron silencio, mientras ella arremetía contra la gestión de Chávez-Ramírez… Ahora parece que le toca el turno a nuestras Fuerzas Armadas Bolivarianas, en particular, al Ejército, cuna del Movimiento Bolivariano. Yo siempre he sido absolutamente respetuoso de nuestras Fuerzas Armadas, es algo que aprendí del Comandante Chávez y de mi formación política y cultural. Las armas son cosa seria y la institución que tiene constitucionalmente el monopolio de la defensa de la Patria, la soberanía y las garantías sociales, no sólo goza de todo mi respeto, sino de mi admiración”.