Al reiniciarse las actividades académicas y administrativas de la universidad, luego del receso de las festividades navideñas, los obreros, empleados, profesores y estudiantes se veían con el rostro entristecido. El Feliz Año, no representaba la alegría de otros tiempos, por el contrario, no habían terminado la frase de salutación cuando inmediatamente la conversación se trasladaba a los problemas generados por la situación de hiperinflación.
– Mi remuneración mensual pasó a ser un “Salario de Hambre” decía molesto uno de los docentes. En septiembre del año pasado, representaba un 17,8% de la canasta básica del CENDAS. Dicha cifra se redujo a 6,58% el 1 de enero de este año a pesar del aumento decretado por el gobierno. Mi salario como profesor agregado (incluyendo el bono alimentario) se mantuvo en un nivel cercano al 20% de la CB hasta septiembre de 2017. En la medida que el proceso de hiperinflación tomó cuerpo esta cifra descendió a 8,46% en noviembre y descendió aún más en diciembre cuando llegó a representar un poco menos del 5% de la CB. Para enero, no quiero ni imaginarme cual va a ser el deterioro, ya que este irresponsable gobierno cree que con sus medidas demagógicas de “aumento salarial” sin tomar medidas para contener la inflación va a solventar la crisis que hoy vivimos. Por el contrario, la crisis se va a agudizar mucho más y creo que vamos a una hambruna generalizada.
– Comparto, lo que dice el colega, dijo otro miembro de la comunidad, cobré mi quincena, algo más de 450.000 bolívares, y fui a comprar alimentos para mi familia (Mujer y una hija)…..y casi me da un infarto cuando ¡¡¡me cobraron 40 mil bolívares por una cebolla!!! 80 mil por un huevo. Prácticamente, con un kilo de cebollas y un cartón de huevos…..¡¡¡Quede limpio!!!! No tengo, la menor posibilidad de adquirir los otros insumos necesarios para la alimentación de mi familia: Carnes, leche, pan, mantequilla, harina, jugos….etc.
– Uno de los obreros, intervino para decir, que en su caso, además de sufrir los altos costos de los alimentos, tenía que agregar el pago del transporte para llegar a su sitio de trabajo en la universidad. Tengo que agarrar dos camioneticas diariamente y a partir del “Feliz Año” me consigo que nuevamente aumentaron el pasaje a 3.000 bolívares. Lo que representa un gasto para mí de 12.000 bolívares por día, 60 mil por semana y mensualmente representa 240.000 bolívares ¡¡¡Un tercio de mi sueldo se va en transporte solamente!!!
– Un grupo de estudiantes, señalaban que uno de los graves problemas que afectaba a sus sector era el de la deserción, cuyas alarmantes cifras ya superaban el 60% de la matrícula. Y los pocos que quedamos en las aulas, nos conseguimos en este “Feliz Año” con el problema del comedor sin resolverse…sigue cerrado y ahora hay que agregar, la falta de transporte por carecer las unidades de piezas de repuestos tales como baterías o cauchos por solo citar dos elementos. Estamos conscientes que nos resultará imposible continuar estudiando con estas precarias condiciones. Los camioneteros ¡¡¡No le paran bolas al medio pasaje estudiantil!!! Y sin comedor, nos tocará pasar todo el día sin ingerir ningún tipo de alimento….una empanada con un refresco ¡¡¡¡resulta inalcanzable para el bolsillo de un estudiante!!!!
– Los costos de las resmas de papel y el tóner de las maquinas, acabaron con mi negocio de fotocopias en la universidad, una copia ahora cuesta el “ojo de la cara”
– Al igual que todos ustedes, a nosotros los empleados también nos afecta el transporte, el comedor y los bajos sueldos, dijo una de las secretarias. Para sobrevivir, acudimos regularmente a los préstamos de la Caja de Ahorros. Pero, cuando comienzan a descontarnos los pagos, solo nos queda una miseria de sueldo neto en nuestras cuentas…..estamos empobreciéndonos aceleradamente.
– El presidente el Instituto de Previsión del Profesorado (IPP) caminaba de un lado a otro, hablando consigo mismo…..No puede ser, no puede ser…hemos sido notificados por las clínicas que nos prestan servicios de atención al seguro HCM que a partir de este “Feliz Año” los seguros a los cuales estamos adscritos solo van a cubrir el pago de honorarios médicos. Todo lo demás: Insumos, exámenes y medicinas serán cubiertos por el afiliado para que después se los cobre al seguro por vía reembolso……¡¡¡fin de mundo!!!
En síntesis, los sueldos y salarios de los miembros de la comunidad universitaria solo alcanzan para cubrir el 7% de la canasta básica. La Asistencia Social a los estudiantes es una quimera…no existe. La atención en materia de salud está prácticamente agotada, los aportes del gobierno en esta materia son pírricos, y pretender trasladar los costos asistenciales a los trabajadores. El mantenimiento de las instalaciones se hace más crítico. No hay recursos para la extensión universitaria, así como tampoco para los trabajos de campo. Las áreas de postgrado y las de pregrado se ven seriamente afectadas por la deserción estudiantil.
El colapso del sector universitario, es manifiesto, corresponde a los miembros de la comunidad obreros, empleados, estudiantes y docentes levantar su voz de manera unida, para reclamar al gobierno nacional un presupuesto justo que permita atender de manera urgente la asistencia social integral, la extensión universitaria, la investigación, el postgrado y el pregrado, sueldos y salarios indexados a la inflación y el fortalecimiento de los IPP.
http://www.digaloahidigital.com/articulo/colapso-universitario