Artículo escrito para Politika UCAB por Carlos Romero Mendoza – 14 de octubre de 201
(viene)
En tal sentido, y en el marco de los primeros 100 días de gestión, los gobernadores electos por la Unidad podrían tomar la iniciativa de incorporar a los alcaldes, concejales en funciones y a legisladores regionales de la Unidad, para presentar al país y a sus electores un Pacto Federal por la defensa y restitución de la descentralización y la democracia.
Ese pacto vendría a complementar el Acuerdo que aprobó la Asamblea Nacional en Defensa de la Descentralización el 7 julio de 2016. Deberían ambos documentos servir para consolidar una hoja de ruta que impulse un gran debate nacional, que contribuya con la necesidad de retomar con disciplina el 333 y 350 de la Constitución a los fines de restituir la vigencia de la Constitución y del orden democrático.
Pareciera oportuno y útil, a los fines de encontrar un elemento de cohesión de la sociedad venezolana, que los gobernadores asumieran la facilitación de un proceso de diálogo, negociación y construcción de consensos sobre el proceso de descentralización, para lograr desde cada entidad federal, una propuesta concreta, viable y sólida de descentralización, que complemente las ideas y propuestas para un gran Proyecto de País que logre sustituir definitivamente el Plan de la Patría 2013-2019.
Un Pacto Federal en Defensa de la Descentralización y de la Democracia podría contribuir a lograr un mayor nivel de cohesión en la sociedad civil, que fortalezca el espíritu unitario, en esta etapa en la cual el espíritu democrático debe fortalecerse para recorrer el camino de obstáculos que debemos recorrer hasta lograr el cambio político que el país reclama.
Es el momento de que las constituciones estadales abandonen los estantes y recuperen un espacio efectivo, para a través de ellas, intentar comprender mejor el valor de la federación. Pero además, es oportuno y urgente que asumamos la descentralización como el principio constitucional sobre el cual edificar la propuesta de país alternativa, viable, para restituir el orden democrático.