En la ULA las cifras de deserción estudiantil, profesoral y de personal se han incrementado
El Consejo Universitario hace unas semanas atrás manifestó su preocupación por la situación que se viene presentando desde hace un par de años en la Universidad de Los Andes relacionada con la deserción estudiantil, profesoral y del personal administrativo, técnico y obrero. Sin embargo hasta ahora no habían cifras concretas en ese sentido, simplemente comentarios que señalaban que una cantidad considerable de profesores habían abandonado la universidad así como también existen menos estudiantes en los salones de clases, lo cual llevó a la Secretaría de la ULA y sus dependencias a realizar un estudio sistemático, para aclarar esta situación, el cual se completó y arrojó algunos resultados sobre este problema.
“Los motivos de las deserciones son varios, cuando uno le pregunta a un estudiante por qué se está retirando, fundamentalmente dicen que se debe a la situación económica, al alto costo de la vida actualmente. Para las personas que no residen acá, un alquiler de una cama en un apartamento está por un monto aproximado de 10 mil bolívares y, aun comiendo en el comedor universitario, tendría que desayunar de manera privada y comer los fines de semana en otros sitios, entonces requeriría de otros 15 mil bolívares, lo que quiere decir que un estudiante necesita entre 20 a 30 mil bolívares mensuales para poder mantenerse y la mayoría de familias venezolanas no cuentan con estos recursos por lo que los estudiantes deben abandonar momentáneamente sus estudios para buscarse su sustento”, dijo José María Andérez, secretario de la ULA.
En el caso de profesores, empleados y algunos obreros, las renuncias se deben a otras razones, como por ejemplo unos sueldos paupérrimos, pues se requieren más de 10 de salarios mínimos para la compra de la canasta básica, lo que ha hecho que profesores y empleados de alta calificación y larga experiencia, que devengan unos sueldos que oscilan entre 25 y 30 mil bolívares, que por supuesto nos le alcanza para vivir de manera digna, ven oportunidades en otros países y deciden irse. Esto es grave por cuanto ese personal, en muchos casos, fue formado por la universidad, con una inversión de muchísimos recursos, los cuales también son del Estado y dejan de producir para nuestra universidad y se van a otras universidades y empresas en el exterior.
Hablan las cifras
Durante el periodo comprendido entre los años 2005-2014, la universidad ha perdido 36 mil 821 estudiantes, lo que representa casi el tamaño matricular de la universidad, es decir, en 10 años se ha perdido el 80 por ciento del tamaño de la matrícula universitaria, lo que significa que la deserción estudiantil está en torno a los 3 y 4 mil estudiantes por año. Esto es un indicativo de que la mitad de los estudiantes que se inscriben en la universidad, se están retirando y la institución no tiene forma de detener ese éxodo, porque se debe principalmente a la situación económica.
En cuanto a los profesores y empleados, además de la razón de corte económica, también existe la razón política, ya que el país se ha visto envuelto en discusiones permanentes entre los poderes y ese ha sido otro detonante para buscar cambiar de aires, aunado a la inseguridad, la cual afecta de manera significativa a todos los venezolanos. “Personas con edades comprendidas entre los 30 y 50 años de edad, que están todavía construyendo su familia y tienen niños pequeños, han optado por irse a vivir a otros países, lugares en los que, pesar de que algunos no ganan lo que se merecen, están al menos viviendo en una sociedad más tranquila y segura”, agregó el profesor Andérez.
La deserción de los profesores, durante el periodo comprendido entre los años 2010-2016, es la siguiente: en el 2010 renunciaron 8 profesores, generalmente con títulos de maestría y doctorado, en el 2011 se repitió esta cifra, en el 2012 renunciaron 10, en el 2013 renunciaron 13, en el 2014 renunciaron 19 y en el 2015 renunciaron 28, lo qu e muestra una progresión importante ya que existe un aumento entre 40 y 50 por ciento todos los años, lo que permite pronosticar que en el 2016 podrían renunciar en torno a los 45 o 50 profesores. Las facultades más perjudicadas han sido la de Ingeniería con 23 renuncias durante en todos esos años, Arquitectura y Diseño con 13, Odontología con 11, Humanidades con 9, Ciencias Forestales con 9 y Ciencias con 7, gente de primera línea que se tiene que marchar, porque no se va un instructor, sino que se va es un profesor asociado o titular con experiencia y que dirige grupos de investigación.
“Los permisos remunerados también se han incrementado, los cuales luego se transforman en renuncia, por ejemplo en los dos primeros meses del año 2016, ya 15 profesores habían solicitado permiso pero en el año 2015, para la misma fecha, solo habían solicitado permiso 6 profesores, como puede verse, esa cifra se ha duplicado en el año 2016 con respecto al 2015. De manera general estamos hablando de 145 profesores que han estado de permiso, pero en el año 2015 habían solicitado tal permiso 47 profesores y en el 2014 lo solicitaron apenas 21 profesores, pero en solo dos años ya han salido 68 profesores, quienes van a otras universidades fuera del país, con unos sueldos y salarios que están entre los 3 mil y los 6 mil dólares y que les da para vivir con sus familias”, expresó el profesor Andérez.
Las autoridades universitarias ven esto como un problema de Estado y el Gobierno Nacional debe entender que es un problema como de salud pública, como la seguridad pública y que no es un problema cualquiera, de manera que si no se toman las medidas para mejorar la situación del personal universitario y si el Gobierno no entiende que los recursos para la educación, es una inversión y no un gasto y que los sueldos de los profesores y del personal ATO, tienen que ser sueldos dignos para mantener a sus familias, este éxodo no se va a poder detener.
“En el terreno universitario estamos muy limitados y creo como Secretario que la universidad debe estudiar caminos para permitir que estos profesores, los cuales casi todos son a dedicación exclusiva, puedan ejercer libremente su profesión en un cierto número de horas a la semana, esto ya se había hecho durante los últimos 30 años, en algunas carreras como Ingeniería, Medicina y Derecho, para permitir que los profesores obtuvieran experiencia en el campo profesional y la trajeran de regreso a la universidad. Si un profesor, o un personal administrativo o técnico, por ejemplo, pudiera trabajar 8 o 12 horas en la semana en otras institución diferente a la universidad, eso le daría un salario complementario que pudiera ser una alternativa para que momentáneamente aquellos que quieren irse por problemas monetarios, puedan quedarse en el país”, opinó el profesor Andérez.
La universidad se está descapitalizando y eso no se va a ver inmediatamente en este año, pero a la vuelta de 3 o 4 años, el hueco enorme en el músculo académico de la institución va a ser impresionante y dejaría de ser una universidad de primera, como lo ha venido siendo en estos últimos años, ya hoy se siente con la disminución en proyectos de investigación, números de graduados en pregrado y postgrados, en el número de publicaciones en revistas internacionales, libros académicos, entre otros. “Si no se ponen los correctivos a esta grave situación, la universidad va a terminar siendo un gran liceo con profesores de poca calidad y estudiantes que no tienen expectativas, sino que les den algunos conocimientos y les entreguen el título. La situación universitaria en todo el país, en conversaciones con otros secretarios que he sostenido, es dramática, la gente no tiene el aliciente e incentivo necesario, no son tratados como profesionales de calidad que deben tener un sueldo y ambiente de trabajo dignos”, dijo finalmente el profesor Andérez.
Golfredo Lobo / Prensa ULA / CNP 14.293
Publicado en https://www.facebook.com/ucvismo/posts/1120773004621480
Ucevismo. Movimiento estudiantil de la UCV.
Este artículo es del 3 de Abril 2016. La situación económica del país ha empeorado. Los precios son cada vez mas altos tanto en alimentación como en alojamiento. La deserción estudiantil sigue aumentando y el éxodo de profesores también. Son los profesores con Post-grado los que se van; los profesores con amplia experiencia profesional, que buscan otras latitudes para ejercer su profesión. La Universidad autónoma está como un reactor nuclear al que le han ido drenando su moderador al nucleo, y que en cualquier momento entra en estado critico y explota.