José Pascual Mora García – La Nación, 6 de Agosto 2016 – Opinión. La tradición del Santo Cristo de La Grita nunca debió salir de su lugar originario. En 400 años fue La Grita el centro de gravedad y el cultivo de los andamios mentales religiosos. Nunca debió desplazarse a una tierra aledaña, por la razón que fuera. Nada justifica semejante profanación. Solo nos pasa a un pueblo antihistórico como el venezolano. El ejemplo más memorable de respeto a la tradición es el templo en Santiago de Compostela (Galicia), con más de 1.000 años, y nunca Santiago ha sido profanado Seguir leyendo