En un sorprendentísimo giro de acontecimientos, el día de hoy el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anuló a la Asamblea Nacional (AN, y créanme que agradecerán las siglas) que ya había previamente anulado a la AN por haber tenido la osadía de haber anulado al TSJ.
“¿qué es eso de estar anulando al TSJ así como así? No, antes que nos anulen, los anulamos a ellos”
–Una magistrada ahí
Una magistrada ahí, de las 50, 60 que están cobrando un sueldo ahí en el TSJ sin que sepamos muy bien para qué, afirmó que habían tomado la decisión de anular a la AN cuando este órgano tomó el atrevimiento de cuestionar la legitimidad de origen de los magistrados del TSJ: “Aquí en el TSJ no estamos de acuerdo con la AN; por eso anulamos a la AN, porque ¿qué es eso de estar anulando al TSJ así como así? No, antes que nos anulen, los anulamos a ellos. Ah, critican nuestra legitimidad de origen pero nos anulan ilegítimamente, por eso los anulamos nosotros a ellos. Claro, ya ellos nos habían anulado cuatro veces, pero como nosotros los habíamos anulado previamente cinco, les ganamos de mano. Y si no estuvieran previamente anulados, los invitaría aquí mismo para anularlos en su cara, pero no les voy a dar el gusto” afirmó la magistrada, de quien no sabemos si está anulada o no, pero ciertamente es bastante nula.
Un diputado ahí, de esos que van a la AN y les caen a golpes y se dedican a ver pasar los días anulando a los magistrados que anulan las leyes y decisiones que se toman en la AN, afirmó estar “sorprendido” por la anulación de la que fueron víctimas: “creí que habíamos dicho que los miércoles le tocaba a la AN anularlos a ellos, pero ya ven ustedes, el TSJ no respeta los acuerdos. Claro, tampoco es que nos importe mucho si el TSJ nos respeta o no, porque igual ya estaban anulados y mañana los volveremos a re-re-re-re-anular, por si acaso. Creo que a este paso, para septiembre u octubre, ya no quedará nadie vivo para anular en todo el país. Pero no importa, porque al último venezolano vivo lo anularemos también. No lo dejaremos irse a la tumba sin antes haber sido anulado” afirmó un anulado diputado, también bastante nulo.