María Victoria Fermín – El Nacional – El Nacional
Estudios superiores de docencia, física, química y matemáticas reaparecen como las de menor demanda entre los que anhelan a un cupo por la OPSU
Mientras el déficit de maestros en el país se agudiza y aumentan los casos de bachilleres que se gradúan sin haber cursado de manera regular las materias científicas, en la Universidad de Oriente, núcleo Cumaná, 35 cupos para Educación mención Matemáticas no tienen aspirantes tras la primera asignación de 222.999 inscritos para optar a la educación superior que hizo la Oficina de Planificación del Sector Universitario el 4 de julio pasado. En septiembre, el organismo adjudicará cupos a 94.684 solicitantes más.
En total para esa especialidad en la UDO tenía disponibles para este año 50 vacantes, pero en la lista de asignados de OPSU solo hay 15 nombres. De acuerdo con la tabla de índices, cupos y demanda 2016, que publicó el organismo en su sitio web, apenas un aspirante seleccionó la carrera en esa universidad como primera opción y 30 la incluyeron entre las siguientes 5 opciones que pide el Sistema Nacional de Ingreso para inscribirse.
En las universidades autónomas, Educación, con menciones como castellano, geografía, física y química, volvió a ser este año una de las de menor demanda. Gran parte de las carreras ofertadas para ser educador fue considerada como primera opción por menos de 100 candidatos.
“Desde hace varios años las postulaciones para estudiar Educación ha bajado de manera recurrente. Incluso en la Universidad Católica Andrés Bello cerraron menciones porque no había aspirantes. Eso tiene que ver con lo poco atractivo que resulta cursar la carrera, que además es poco valorada por el Estado. Tratan a los maestros más como asalariados que como profesionales”, señaló Tulio Ramírez, investigador de la Universidad Central de Venezuela.
Bajas notas.
En las listas de OPSU también se observa el promedio de notas de los asignados a las distintas especialidades y estudiar Educación parece no requerir un alto desempeño académico durante la educación media. Postulantes con 11 puntos fueron designados a cursar esa carrera en la modalidad de Estudios Universitarios Supervisados, que oferta la UCV en los centros regionales de Ciudad Bolívar y Puerto Ayacucho. El escenario se repite en la Universidad de Carabobo, núcleo Valencia, y en la Universidad de Los Andes, núcleo Táchira.
Aspirantes con un promedio de notas bajas también fueron asignados a licenciaturas científicas: en la UDO y en UC los adjudicados tienen calificaciones de entre 11 y 12 puntos. La demanda de estas especialidades también es baja.
La coordinadora del Programa de Igualdad de Oportunidades de la USB, Evelyn Abdala, consideró que eso ocurre por la falta de incentivo: “Necesitamos fomentar el estudio de ciencias y tecnologías para lograr el desarrollo del país. El gobierno les da poca promoción.
Usualmente los bachilleres las asocian a la docencia y por eso tampoco se postulan”, indicó. Ramírez opinó que algunos bachilleres que no cursaron esas materias en la escuela “asumen conscientemente sus debilidades y no se arriesgan a cursar esas carreras”.
En cambio, y a pesar de las dificultades que enfrentan los médicos venezolanos por el mal estado de los hospitales, la escasez de insumos y la falta de medicamentos para atender a los pacientes, Medicina continúa a la cabeza de las carreras a las que aspiran los inscritos en el SNI. 5.026 registrados la seleccionaron para estudiar en la UCV como su primera opción, y 16.697 jóvenes la eligieron como una posibilidad entre las 6 opciones que permite cargar el sistema. Solo hay 215 vacantes.
Caja negra.
Abdala alertó que los promedios de notas que se están considerando para la adjudicación de los cupos “no son reales”, porque los aspirantes no ven las materias fundamentales y al final del curso cuando les promedian las notas se les exonera del cálculo del promedio. “Eso causa que cerca de 30% se retire en los primeros días de clase porque no tienen la preparación”, dijo.
Pese a que en la UCV, la UC y la ULA hay asignados con bajas calificaciones en las listas de los que quedaron “en cola” por una vacante hay aspirantes con promedios más altos. “Si un individuo está socioeconómicamente en un nivel alto saca un puntaje bajo en el nuevo modelo multivariable que está aplicando el gobierno –50% de índice académico, 30% de condición socioeconómica, 15% de territorialización y 5% por participación en procesados anteriores y actividades extracurriculares–, porque da prioridad a los estudiantes de estratos más bajos con el argumento de la inclusión, y eso determina que no quede asignado”, explicó el profesor de la UCV, Amalio Sarco Lira.
Otro “dakazo” académico
En 2015 cuando la OPSU tomó entre 70% y 100% de los cupos disponibles en las universidades autónomas, las autoridades de las casas de estudio denominaron el fenómeno como “dakazo académico”. Este año habían insistido en que el modelo que aplicó el gobierno para la asignación del año pasado fue un fracaso y presentaron un informe con altos índices de adjudicados que no se presentaron a inscribirse.
En marzo de este año la Universidad Simón Bolívar envió a la OPSU una carta en la que le informaba que tenían disponibles 2.300 cupos para nuevos estudiantes y le pidieron que les permitiera asignar 50% de las vacantes a través de la prueba interna. La respuesta a esa comunicación llegó indirectamente cinco meses más tarde, cuando al publicar la lista de los asignados ocuparon 93% de las plazas; es decir, 2.140 cupos, informó el secretario de la USB, Cristian Puig. El año pasado tomaron 100% de las vacantes. El secretario de la UC, Pablo Aure, informó que la OPSU asignó en esa casa de estudios 10.355 cupos. “Debían asignar solo 4.029, ahora tomaron casi 80% del plan matricular”, reprochó.
http://www.el-nacional.com/sociedad/Estudiantes-notas-asignados-Educacion-Ciencias_0_886711329.html