Tomado de : Correo del Caroni
…. viene ….
Mecanismos de seguridad
Y es justo esa opinión autorizada que ha hecho al ingeniero civil, secretario de la Asociación Integral de Políticas Públicas y miembro de la Comisión de Infraestructura de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat, Eduardo Páez Pumar, advertir de las consecuencias.
Las últimas fotografías publicadas por Corpoelec le dan la certeza de que la retroexcavadora está al pie del enrocado del dique. Un área que no debe ser manipulada a la ligera.
“Nos preocupa que en la medida en la que el dique va a bajar, se va a profundizar la zanja, esa zanja que él (Luis Motta Domínguez) está excavando, está por debajo del terreno firme sobre el que está construido el dique de tierra”, expone.
Esa excavación se encuentra con un subsuelo, analiza, que puede tener distintas capas, entre ellas una porosa que, una vez recuperado el embalse, podría socavar la pared.
“Si eso ocurre, si empieza a caminar por esa capa permeable, a la larga puede generar una cárcava que pueda debilitar la estructura del dique. Es un trabajo que en mi opinión hay que suspenderlo inmediatamente, no solo suspenderlo sino hacer unos estudios de suelo para ver cuál es la afectación que generó esa excavación”, alerta.
Como Cardozo, Páez Pumar coincide en que el ministerio está lejos de hacer un dragado, “está abriendo una zanja en una zona que originalmente era una fila de la montaña sobre la cual se construyó el dique de tierra (…) es decir no tiene ninguna justificación el trabajo que se está haciendo, por el contrario, está arriesgando el futuro del embalse más importante del país”.
Alta peligrosidad
Parte de esos estudios para determinar el nivel de afectación, es lo que justo no hay certeza.
De acuerdo con el ingeniero y especialistas en riesgo, José Aguilar, el Ministerio de Energía Eléctrica está excavando al pie de la presa, “en contra de las mejores prácticas de las normas Icold (International Committee on Large Dams) sobre seguridad de presas”.
Aguilar coincide con el ingeniero civil, Eduardo Páez Pumar, quien ha advertido que el dragado tiene el potencial para un daño catastrófico de falla en la seguridad de la integridad de la presa.
Aguilar indicó que comprometer la integridad física de la prensa de enrocamiento supone, también, comprometer las obras civiles aguas abajo como Tocoma, Caruachi, Macagua, “creándose un tsunami que pudiera ocasionar miles de muertes, dependiendo de cuando se opere la falla y el nivel del embalse en el momento de la falla. Cualquier filtración de esta naturaleza se aceleraría a medida que el embalse sube”.
“Yo no quiero para Venezuela otro Amuay, pero en Guri se está jugando con candela… de que hay que hacer una inspección por expertos en la materia, pues esto es un peligro o riesgo de naturaleza inadmisible”, en parte, también, porque “de la instrumentación geotécnica de la presión sabemos cómo está el estado presa. No sabemos el reporte del último panel de expertos internacionales que inspeccionó Guri, cosa que ocurrió en los últimos seis años”.
Otras preguntas
Un discípulo del general Alfonzo Ravard, tutor de las grandes obras de Guayana como Guri, y quien ha recibido cuatro condecoraciones, coincide con los expertos consultados.
Como otros jubilados, cuyas familias son de las pocas que siguen dentro de la empresa, prefiere que se reserve su identidad por temor a represalias.
Sugiere, sin embargo, que el Ministerio de Energía Eléctrica inspeccione los instrumentos de medición empotrados en las estructuras de hierro y concreto que miden las presiones con la opinión de un técnico, “y así tener la certeza de que la obra está muy bien”.
Otro jubilado, que laboró durante más de 20 años como supervisor de electromecánica, plantea que debe revisarse con topografía qué tanto se ha movido.
Esa capa de arena, arcilla y roca, llamada de enrocamiento, pudiera lesionarse cuando suba el nivel del embalse por el nivel de presión. Las inspecciones deben ser frecuentes, “ahora lo que hay es un temor de que ellos socaven la fundaciones de la presa de roca y enrocamiento, y cuando hay un nivel alto eso vaya a ceder”.
El ministro, en este sentido, debe responder qué clase de previsiones se han tomado. “Allí hay piedra, arcilla y arena, eso no es concreto, cuando el embalse sube cada 10 metros de agua es igual a 1 kilogramo por centímetros cuadrados, entonces cuando tengas un máximo nivel (cota 271) serían miles de toneladas de presión, sería bueno saber quiénes autorizaron eso”.
Falta de seguro
Aguilar advierte, además, que las instalaciones de Guri carecen de una póliza de Seguros de Bienes Patrimoniales.
Si llegase a ocurrir un accidente, daños o rotura en la máquina, “estaríamos expuestos a que sea el Tesoro Nacional de Venezuela el responsable de cubrir o resarcir las potenciales pérdidas”.
Debido a la opacidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) le asaltan dos preocupaciones, que haya daños a las turbinas debido a la presencia de vórtices en las tomas, es decir, una especie de remolinos frente a las tuberías de carga de las unidades de Casa de Máquinas II.
“Los vórtices comienzan a generarse según la experiencia operativa una vez que el embalse desciende por debajo de los 245 msnm y van en creciente aumento, pero si hay vórtices, no lo sabemos”.
Ese potencial daño estará evaluado en unos $480 millones por daños materiales y el tiempo de reposición sería dos años por unidad que se dañara. “Esa pérdida limitaría la oferta de 8112 GWh para el período indicado, equivalentes a una pérdida por interrupción del negocio de $66 millones diario”.