Luis Fuenmayor Toro
Recientemente, Luis Ugalde, jesuita y ex rector de la Universidad Católica Andrés Bello, escribió un artículo de opinión sobre los avances habidos en la República Socialista de Vietnam en la educación de sus jóvenes(1). Los adelantos fueron revelados por la aplicación de la prueba PISA, la cual es un instrumento muy utilizado actualmente para medir el conocimiento de los estudiantes del nivel educativo medio (jóvenes de 15 años) y lo que son capaces de hacer con sus conocimientos. Venezuela se ha negado en estos 16 años de supuesto avance educativo a ser evaluada a través de la prueba PISA, la cual pudiera ser de mucha utilidad para diagnosticar nuestra verdadera situación en comparación con el resto de Latinoamérica y el mundo, así como para determinar dónde están nuestras principales fallas, limitaciones y distorsiones.
Pero no; tanto el comandante Presidente como el jefe actual se han negados a ser evaluados con el falaz argumento de que la Venezuela “revolucionaria” no puede someterse a pruebas capitalistas, que posiblemente lo que pretenden es descalificar los “grandes esfuerzos” hechos por la revolución venezolana. Al mismo tiempo el gobierno se autocalifica como que está entre los mejores del mundo en esta materia, por encima de los países escandinavos, cuando nuestros bachilleres y muchos universitarios, no saben leer y escribir en forma corrida y sin errores, son incapaces desarrollar las operaciones aritméticas básicas, no conocen ni siquiera cuáles son las capitales de nuestros estados y no pueden mencionar los nombres de los presidentes del país desde 1958 para acá.
Ugalde muy acertadamente señala, que el gobierno comunista de Vietnam “no es revolucionario de opereta y quiere sacar a su país del subdesarrollo” y decidió impulsar la educación y medirse con el resto del mundo obteniendo este año el puesto 12 en la Prueba PISA, muy por encima del jefe del capitalismo, EEUU, que obtuvo el puesto 28 y de los países latinoamericanos que están en los lugares 51 al 65. El avance educativo venezolano sólo existe en la demagogia electoral del Gobierno, a quien sólo le interesa mantener el poder, por lo que tener una población en los límites de la ignorancia y la miseria es prioritario para embaucarla más fácilmente ayudándose con la dación de limosnas de la renta petrolera. Esta siniestra actitud es vieja, fue practicada por los gobiernos adeco-copeyanos para disfrutar de la jefatura por más de 30 años.
Los vietnamitas colocan el acento de su acción en la preparación de profesores de alta calidad, quienes gozan de gran consideración en el país, y en un plan de estudios que privilegia aprender las cosas importantes a profundidad con una escuela de elevada exigencia. Invierten el 20 % de su presupuesto en educación y nada de aprobar asignaturas sin cursarlas, ni ingresar a las universidades sin tener los conocimientos, ni regalar títulos de bachilleres y de profesionales.
Diario El Tiempo – 12/07/2015
1) Aprender de Vietnan : 2 de Julio