ISAYEN HERRERA
IHERRERA@EL-NACIONAL.COM 22 DE MAYO 2015 – 12:01 AM
La Asociación Venezolana de Rectores Universitarios declaró que las casas de estudio no están en capacidad de aceptar a los 181.333 bachilleres admitidos por la Oficina de Planificación del Sector Universitario a través del Sistema Nacional de Ingreso. Señaló que no cederá las plazas que tenía previstas otorgar por prueba interna a cada universidad a los bachilleres seleccionados por el gobierno.
Nicolás Bianco, vicerrector académico de la Universidad Central de Venezuela, representó a Cecilia García Arocha, presidente de Averu, que no asistió a la reunión pautada ayer. Bianco expresó que el martes 26, en la reunión semanal del Consejo Nacional de Universidades, se le pedirá a Manuel Fernández, ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, que reconsidere la medida en la cual la OPSU distribuyó entre 70% y 100% de los cupos que tienen las academias para recibir la nueva población estudiantil para la cohorte 2015-2016.
“Pareciera que con el número de estudiantes que se fijó a cada universidad se nos quisiera aplastar. Es una cantidad de estudiantes imposible de aceptar porque no hay presupuesto. Quisiéramos ampliar el número de cupos y no tenemos con qué”, expresó Bianco.
Entre los rectores hay preocupación por los criterios utilizados para asignarles las vacantes a los bachilleres que seleccionaron, por lo que están evaluando realizar una auditoría y devolver la lista a la OPSU, pues contraviene las disposiciones aprobadas en el Consejo Nacional de Universidad, en el que se acordó que al ente gubernamental le corresponde asignar 30% de los cupos, señaló Mario Bonucci, vicepresidente de Averu y rector de la Universidad de los Andes.
Las autoridades también evalúan seleccionar a los estudiantes a admitir a partir de esa lista y la tercera opción —con más aceptación entre los rectores— paralizar todo el sistema de inscripción hasta tanto el Núcleo de Secretarios y las universidades junto con el ministerio puedan llegar a un acuerdo. Sin embargo, mantienen el cronograma de pruebas internas. “El llamado a los estudiantes es que asistan a presentar las pruebas internas que están convocando las autoridades universitarias con total normalidad”, expresó el vicepresidente de Averu.
Estudiantes desinformados. En un liceo público de Catia, en Caracas, egresarán del bachillerato 39 alumnos, de los cuales 6 obtuvieron cupos por la vía de la OPSU. Desconocen cuándo podrán inscribirse en las universidades porque todavía el ente no se los ha informado.
Un alumno de ese plantel, de 16 años de edad, quería estudiar Medicina, pero admite que su promedio de 14 puntos no lo ayudará a ingresar a la carrera. Sin embargo, optó a través del Sistema Nacional de Ingreso a Ingeniería Mecánica, Producción o Sistemas en la Universidad Simón Bolívar, la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Experimental Politécnica. “Quedé de casualidad en la USB porque con 14 puntos no sabía qué podía estudiar”.
Otros de sus compañeros no quedaron en ninguna universidad. “En mi prueba vocacional me salió que era buena para Diseño, pero yo metí de todo a ver en qué quedaba: Enfermería, Filosofía, Arte, Arquitectura y Estudios Internacionales, todas en la UCV porque la verdad no sabía en qué más universidad podía estudiar. No sabemos qué opciones tenemos porque no nos explicaron nada. Solo nos dieron el promedio de notas y nos dijeron que nos metiéramos en Internet a llenar la planilla”, relató una joven de 17 años de edad, que no fue seleccionada por la OPSU y no se inscribió en ninguna prueba interna porque le informaron que estaban eliminadas.
“Es un error que nadie nos ayudara para ingresar nuestros datos. No sabíamos si los promedios nos daban para las carreras que nos gustan ni en qué universidades nos podíamos inscribir. Yo ni sabía cómo meterme en el sistema porque hasta ingresaba mi clave del correo electrónico en la página cuando la OPSU era la que me tenía que dar la clave”, expresó otra joven de 16 años de edad que se quedó sin opciones de estudiar en una universidad pública este año.
En un colegio privado de Los Dos Caminos, de 64 egresados 11 obtuvieron cupos por la OPSU en la Universidad Simón Bolívar y Universidad Central de Venezuela.
En un grupo, cuatro jóvenes comentan orgullosas al unísono: “Mi promedio es de 18”, para justificar su cupo; sin embargo, en diciembre se modificaron los criterios de asignación y el índice académico perdió peso y solo aporta 50% del puntaje. Otra quedó en Nutrición, en la UCV, y otra en Medicina, mientras que las otras dos lograron entrar en Química e Ingeniería Mecánica en la USB, a través de la asignación del gobierno. El resto de sus amigos no fue seleccionado por la OPSU y tampoco aprobó la prueba interna de la UCV. Intentará en la UCV; otros aseguran que se van del país.
Rechazan la masificación sin calidad
Luis Fuenmayor, quien fue director de la OPSU entre 1999 y 2004, criticó que no se valore la meritocracia para acceder a un cupo universitario. Rechazó el modelo multivariable que instauró el ente para asignar los cupos, en el cual se reduce a 50% del valor el peso del índice académico obtenido en bachillerato y el resto se distribuye entre las variables socioeconómicas, con 30%; territorialización, con 15%, y en participación en actividades extracurriculares, con 5%. Hasta 2007 para la asignación por la OPSU el promedio de las notas del bachillerato tenía un peso de 60% y la Prueba de Aptitud Académica tenía una ponderación de 40%.
“Masificar es distinto a democratizar. Cuando se democratiza amplías el ingreso, pero con calidad. La masificación y el método de selección actual contradice lo que se hizo en los primeros seis años del gobierno de Chávez, porque hasta 2004 se democratizó con excelencia”, expresó Fuenmayor.
En 2008, el Ministerio de Educación Universitaria solicitó un porcentaje mayor de plazas a las universidades y los rectores cedieron 30% de las vacantes. Anteriormente el organismo solo tenía potestad de distribuir 13%. Ese año se eliminó la Prueba de Aptitud Académica que medía compresión lectora y habilidad numérica, y las pruebas internas en universidades continuaron. La Ley de Universidades da autonomía a las casas de estudio para establecer los mecanismos de ingreso.