Julio César Arreaza
El régimen ha volcado sobre ella, sin escrúpulo alguno, una gama de recursos de su arsenal forajido, pero no ha podido doblegar a la sociedad venezolana.
Hoy rendimos tributo a ese pueblo noble recordando la más grande marcha cívica, nunca antes igualada en Latinoamérica, acontecida un día como hoy del año 2002, hace 13 años. En esa memorable jornada democrática esplendió la soberanía popular y ha debido producirse la renuncia efectiva del presidente, si hubiera sido un hombre de principios y honor.
Hoy la lucha tiene un norte y se enfoca en rescatar el futuro que la traficante revolución escamotea a la juventud venezolana. Estaríamos frente a un fenómeno incomprensible, si no tuviéramos clara conciencia de lo que ha sido la actuación del régimen forajido aferrado al poder. Resulta difícil de entender que luego de administrar a discreción durante 16 años una monumental e inusual bonanza petrolera, haya logrado que la juventud venezolana emigre por legiones buscando mejores horizontes. Tragedia peor imposible.
En 1813, al poco tiempo de la hazaña de la Campaña Admirable que entra triunfante a Caracas con Bolívar a la cabeza, hubo que emprender la infeliz emigración a oriente donde los patriotas y sus familiares en inclemente procesión padecen toda clase de privaciones y vejámenes por parte de los realistas opresores.
Calificamos de desgracia esta segunda emigración que registra hoy la historia contemporánea, cuando vemos partir a nuestros jóvenes porque el régimen robó su futuro y les impide el emprendimiento; la impunidad, el crimen y los secuestros niegan un entorno aceptable para que desplieguen sus vidas y eduquen a sus hijos.
Esta situación deplorable e inmerecida, lejos de arredrarnos nos aviva el fuego interno y nos alienta a proseguir la lucha por la libertad y la democracia. El régimen se metió con lo más sagrado de una patria como es su juventud, y no se va a marchar impune a disfrutar el producto del latrocinio.
Cobra sentido el sacrificio de la prisión de López, Ledezma, Ceballos y demás presos de conciencia, los cientos de estudiantes valientes. Comienzan a verse los réditos de la cruzada de María Corina y otras heroínas por el mundo llamando a formarse conciencia sobre la violación de los derechos humanos y el secuestro de la soberanía popular. Todavía el cuestionado CNE no da fecha para las parlamentarias.
No más prisioneros políticos, ni exiliados!
@JulioCArreaza