Lunes, 23 Febrero – Correo del Caroni.
Luego de mantener cautivos por dos días a nueve militares, las comunidades indígenas del río Caura decidieron liberarlos con unas cuantas condiciones: el desalojo de la Brigada 532 del Ejército de dos puestos indígenas, la normalización del suministro de combustible y el libre tránsito fluvial de estas comunidades.
Los acuerdos: el desalojo de dos puestos (Pie de Salto y Salto Pará) de la Brigada 532 del Ejército, la normalización del suministro de combustible para las comunidades del Caura y el libre tránsito de sus habitantes por ese río.
Así, y solo de esa forma, los indígenas que habitan en la cuenca de ese río aceptaron liberar a los nueve militares que, entre jueves y sábado, retuvieron en una zona del municipio Sucre.
Julio Abreu, vocero de los indígenas del Caura mediante la organización Dawipa, aseveró que lo ocurrido no fue un secuestro, sino “una retención. Ellos incluso estaban armados, no dejaron de comer y se les trató bien. Pero los rodeamos unos mil 500 indígenas”.
El detonante para la acción indígena fue, según un comunicado emitido ese día por la organización Kuyujani, el incendio de una choza en El Playón perpetrado por el comandante del puesto militar de Maripa, Gianfranco Giordani Leal.
La “retención” concluyó después de que la ministra del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, Aloha Núñez, se reunió con el grupo y prometió hacer efectivos los acuerdos alcanzados.
Puntos pendientes
Sin embargo, hay exigencias pendientes: “el desalojo minero en su totalidad y el reconocimiento a nuestros derechos sobre los hábitats que ocupamos de manera ancestral y tradicional. Sobre el primero no hubo pronunciamiento. Y sobre el segundo, será el tiempo el que dé cuentas al respecto.
“A partir de todo esto, tienen que agilizarnos el despacho de combustible que nos corresponde a través de las guías que entrega Pdvsa. Esas guías nos autorizan a cargar combustible, pero también aceptamos que a quien no las tenga, le sea confiscado”, declaró.
Organizaciones indígenas de alcance nacional se solidarizaron con la protesta. Una de ellas, Kape Kape (que actúa en Bolívar, Delta Amacuro, Amazonas y Zulia), lo hizo a través de su director, Armando Obdola.
“Aplaudimos esta iniciativa, pero tenemos que recordar que todavía está pendiente el desalojo de más de dos mil mineros que están en la cuenca del Caura. Ya es tiempo de eso”, expresó.
Recordó que lo mismo que ocurre en Bolívar se repite en todas las zonas indígenas del país: la molestia que genera la presencia militar.
“En esos pueblos abundan la mafia y la corrupción. Hay mucha presión y se chantajea a las comunidades indígenas. En vez de una solución, los indígenas son un dolor de cabeza que se ha presentado durante varios años”, finalizó.
Modificado por última vez en Martes, 24 Febrero 2015 01:34