CIRCO BEAT: LAS CONTRADICCIONES DE UN MACRO FESTIVAL por Juan Carlos Ballesta
Se anuncia el Festival Latinoamericano de Música. Del 28-nov al 6-dic. Lo anuncia y produce la Alcaldía de Caracas junto al Gobierno del Distrito Capital (institución que Chavez nombró a dedo mientras quitaba competencias a la Alcaldía Metropolitana). Según se desprende de la pagina web (www.suenacaracas.com) lo financia el Bandes (aparece su logo), vale decir el Estado. Más de 130 artistas estarán presentes. entre los cuales mas de 20 son importantes grupos o artistas iberoamericanos (Estopa, Cafe Tacvba, Kevin Johansen, Aterciopelados, Los Cafres, Bersuit, Aleks Syntek, Cuarteto de Nos, Cienfue, Los Tres, Doctor Krapula, Cultura Profética, Shaggy, Ismael Miranda y más…). Todos artistas con un caché importante. Por Venezuela hay de todo, nombres muy conocidos y otros mas nuevos…
La gran discusión está sobre la mesa.
¿Porqué un festival de esta magnitud es organizado por la Alcaldía de Caracas? ¿De donde saca tanto dinero cuando hay otras alcaldías de la zona metropolitana que ni siquiera tienen para comprar una escalera para su departamento de cultura? ¿Porque a la Alcaldía de Sucre se le niegan los recursos para resolver el tema de la basura al mismo tiempo que el TSJ la obliga a recogerla, mientras la Alcaldia de Jorge Rodríguez y la entelequia de Jacqueline Farías tienen recursos para este festival? ¿Porqué a artistas venezolanos con mucho que mostrar se les dificulta ir a representarnos a festivales en otros paises? ¿Porqué la distribución de recursos para la cultura presenta estos desequilibrios tan notables? Muchas mas preguntas surgen.
Está claro que a todos nos encanta poder ver a muchos de estos grupos. También tengo claro que unos cuantos panas se beneficiarán dado que montar este festival en varios sitios en simultaneo requiere de la contratación de mucho personal de producción, compañías de sonido, luces, etc etc. Igual pasa con los grupos venezolanos que van a tocar, en un año que ha sido especialmente difícil para todo el sector musical. O aquellos que, imagino, han servido de puente o agentes de booking para lograr conformar este cartel. Pero, a pesar de los deseos y "la gozadera", no podemos perder la perspectiva de lo que esto significa y tiene en el trasfondo.
En Venezuela vivimos momentos muy complicados en donde las cosas mas sencillas y naturales son dificultosas o no se pueden hacer. Los productores independientes sufrimos para todo. Cada centavo cuenta.
Ahora casi nadie puede viajar a menos que pague una fortuna. Estamos aislados, pero se quiere dar la sensación contraria. Se le niegan dólares a estudiantes. Hay escasez de medicinas, productos de higiene personal, limpieza, alimentos, repuestos de casi todo y pare de contar. La gente se rebaja para conseguir aceite o harina Pan. Hay problemas en prácticamente todos los ámbitos de la vida, incluso en las cosas mas elementales. Los servicios son deficientes. El agua falta cada vez más, los apagones se multiplican. La inflación es salvaje. La inseguridad tiene al país en toque de queda. Dudo que los habitantes del Municipio Libertador estén contentos con su municipio, como no lo está nadie. Hace unos pocos años se burlaban del cortometraje "Caracas: Ciudad de despedidas" porque lo hicieron unos sifrinos. Pero el fondo del asunto no solo era verdad sino que se ha potenciado de manera exponencial y sigue bajando hacia todos los estratos. El pan y el circo siempre han sido herramientas para distraer al pueblo de los verdaderos problemas. Ahora escasamente tenemos pan, así que queda solo el Circo. El Circo Beat.
Seguramente los argumentos a favor pasarán por afirmaciones como "el dinero es de todos los venezolanos, así que ¿cual es el peo de tocar o prestar servicios?". Cierto. Pero cabria también cuestionarse porqué habiendo tantas necesidades es la Alcaldía de Caracas (y no una empresa privada con facilidades dadas por el propio gobierno, o incluso el Ministerio de Cultura) la que se gasta esta millonada sin esperar un retorno mas allá del rédito político que alabe a la revolución. ¿De donde salen los dólares que le niegan a otros sectores y a particulares?. ¿No sería mas sensato estimular la producción privada independiente para que TODO el año tengamos oportunidad de ver artistas, locales y foráneos?
Cualquiera que trabaje en el sector puede echar un cálculo aproximado de cuanto saldrá montar un festival así: honorarios para 130 grupos (incluyendo muchos en dólares), pasajes, alojamiento, alimentación, sonido/iluminación/backline para varias locaciones simultaneas durante 9 días, filmación, equipo de logística, promoción y otras cosas mas.
Este es el país de las contradicciones. Y como tal, seguro que las opiniones al respecto también serán contradictorias.
Juan Carlos Ballesta