La creación de complejos para la elaboración de medicamentos, ha sido un gran fracaso del chavismo y se convirtió en una fuente permanente de corrupción y negociados desde el Ministerio de la Salud (para hacerlo breve). Ministros, Gobernadores, encargados de obra, importadores, convenios con otros países, importación de materia prima para fabricación de medicamentos sin que existan instalaciones para su procesamiento son algunas de las características que acompañan todo el proceso.
Hay talento nacional profesional independiente, que no es consultado. Asociaciones gremiales dispuestas a participar aportando conocimiento, pero esas son las más rechazadas: se acabaría la piñata de la corrupción. En definitiva, no hay “el hombre nuevo” , sino los remanentes del marxismo-estalinismo-castrismo fracasado viviendo sus últimos años de existencia, mientras el país se desliza inexorablemente hacia el “mar de la felicidad cubana” adentro de nuestras fronteras.
El caso de Proula Medicamentos ilustra la ruptura entre el talento farmacéutico nacional y el Estado. Una fábrica de medicinas creada por la ULA en 1995, que quebró entre 2009 y 2010 por dificultades financieras y operativas, tras el silencio gubernamental ante las solicitudes de apoyo. Está a pocos metros del proyecto inconcluso de las empresas colombianas.
La obsolescencia de los equipos y la regulación de precios de algunos medicamentos perjudicaron progresivamente el funcionamiento de esta empresa, cuya producción incluía polivitamínicos, mucolíticos, expectorantes, antialérgicos, analgésicos, antitusígenos, broncodilatadores, antiparasitarios, antipiréticos, antihipertensivos, antibióticos, psicotrópicos, ansiolíticos, antiinflamatorios, diuréticos e, incluso, anticonvulsionantes. La mayoría hoy escasos en el país.
Proula, incluso, elevó al ministerio en 2002 una propuesta de fabricar antirretrovirales para el tratamiento de personas con VIH y Sida –que hoy también protagonizan las denuncias de escasez-, en cooperación con el Ministerio de Salud de Brasil. Asesores de la empresa brasileña Far-Manguinhos visitaron la planta en 2003 y confirmaron la factibilidad de la idea. Proula se reunió varias veces con autoridades ministeriales, pero el cambio constante de gestión en la cartera de Salud dificultó la continuidad de los acuerdos. La respuesta recibida en 2009, finalmente, cerró las puertas: “El Estado se reserva la producción de medicamentos oncológicos, antirretrovirales, biotecnológicos y soluciones fisiológicas como parte del plan estratégico de producción de insumos para la salud”. Sin embargo, la fábrica, según Germán Rodríguez –ex director de Proula-, estaba incluida desde 2002 en ese plan, por iniciativa de la ministra de Salud, María Lourdes Urbaneja. “No hubo compromiso de parte del ministerio”, concluyó Rodríguez.
Las peticiones de ayuda económica para rescatar Proula no fueron contestadas, ni por el Mpps ni otros organismos estatales. En mayo de 2009 presentaron una propuesta ante la Gobernación de Mérida y un representante de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para entregar la planta a cualquier ente del Estado que garantizara su continuidad operativa. Eso ocurrió al año siguiente: Proula pasó a manos del Mpps. Su reactivación, ahora con el nombre de Complejo Farmacéutico Socialista, fue anunciada por la ministra Eugenia Sader en 2012, con una inversión de 18 millones de bolívares. También se destinaron 15 millones en infraestructura y 3 millones en compra de insumos y materia prima, según una nota oficial.
Javiela Arias -hija del gobernador del estado Zulia, Arias Cárdenas- asumió la Dirección General del complejo entre 2011 y 2013. Su gestión ha sido señalada por fallas de producción: el diputado Carlos Ramos, miembro de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, denunció en agosto la paralización de la planta, pese a las inversiones que se hicieron bajo la administración de Arias. El gobernador de Mérida, Alexis Ramírez, y el ex ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Manuel Fernández, encabezaron inspecciones este año a propósito de las irregularidades operativas. Las confirmaron y prometieron apoyo.
La producción, según Rodríguez –quien presidía la fábrica antes de la transferencia-, no se recuperó. “Está el personal allí, les pagan su sueldo y cestatickets, pero no hacen nada (…) Hasta tienen una materia prima que se les venció y ya no pueden usar (…) Esas cosas me las cuentan trabajadores de allí”, dijo.
Los parrafos anteriores son del artículo publicado en ArmandoInfo con una extensiva investigación de todos los complejos aprobados, iniciados con inyección de dineros en grandes cantidades, instalaciones no construidas, importaciones de materias primas, convenios con otros países, mala administración de recursos y un largo etcetera que ilustran este desastre.
Hoy 28 de Octubre, declara en la prensa:”El viceministro de Seguridad Hospitalaria, Defrén Camejo, informó que entre lunes y martes han llegado al país toneladas de medicamentos como acetaminofén, medicinas para la hipertensión y anticonvulsivos.
Señaló que arrancó la distribución masiva de 7 millones de medicamentos en Aragua, Carabobo, Cojedes, Delta Amacuro, Miranda, Distrito Capital y Guárico para combatir la situación epidemiológica que está viviendo el país.”
“Ayer llegaron 7 millones y medio de medicamentos que van a ser distribuido desde hoy, incluyendo y hoy llega 9 millones de tabletas de acetaminofén, que hoy se comienzan a distribuir”.
“Estamos demostrando la eficiencia del gobierno, los medicamentos a están llegado y seguirán llegando el año próximo”, sentenció el funcionario, al tiempo que criticó los señalamientos de un sector del país que ha alertado sobre la escasez de estos productos.”
Hacer, construir, no está en el vocabulario de estos burocratas compra todo.