Julio César Arreaza B.
En un alma grande no caben sino cosas grandes, esta frase comunica la idea sobre la calidad de las posiciones de vida que la hora demanda. Frente a la situación calamitosa que atraviesa la nación, consecuencia de las acciones desgraciadas de un régimen contranatural que ha asolado al país durante 16 largos años, corresponde hoy a los venezolanos ponerse de acuerdo y actuar al unísono para rescatar la patria de la barbarie. Cuando el país experimenta enormes dificultades que mantienen en vilo a los ciudadanos en su diario vivir, no hay otra conducta sino la de actuar unidos alrededor de la alternativa de cambio democrático.
El momento histórico exige desterrar intereses personales y grupales, se acerca la hora cuando el pueblo sufrido despierte y diga basta, hasta aquí nos trajo el río, y actué con la fuerza indetenible y poderosa del ejercicio de la soberanía popular, procediendo a frenar la marcha suicida al colapso total y dar el giro hacia un rumbo cierto que rescate la república y evite su disolución.
En un alma grande sólo caben cosas grandes, no son estos tiempos para chapotear entre ruindades, negociados y mezquindades. La fuerza de la oposición juntada con la del pueblo descontento resulta imprescindible para detener la caída libre que llevamos desde hace rato en el abismo. El régimen averiado por su total incompetencia luce débil financiera, moral y políticamente, quebraron a Sidor luego de tomarla de manos privadas que la manejó con gerencia y productividad, debemos estar alertas porque corre en el ambiente que se proponen darle el puntillazo, acabar de arruinarla, para entregársela a los chinos a precio de gallina flaca. La misma desesperación los impulsa a vender Citgo, que es un brazo comercializador y estratégico de PDVSA.
El régimen pretende liquidar los activos del país para continuar dilapidando recursos en el “plan de la patria”, que encierra un modelo económico harto fracasado. Este socialismo ruinoso es pura cháchara, si miramos cómo viven los vocingleros de un discurso falaz dirigido a engañar incautos, nos percataremos del porque los llaman boliburgueses. Esa claque vive rodeada de lujos, a contrapelo del discurso socialista que no se aplican ellos sino a sus seguidores reducidos a la precariedad de la pobreza, padeciendo por falta de medicinas, pero que ya comienzan a despertar ante tanta mentira y burla.
La MUD cumplió un ciclo de 5 años, conducida correctamente por Ramón Guillermo Aveledo, ahora es oportuno adaptarla a las nuevas y difíciles circunstancias.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
@JulioCArreaza . Diario 2001.