Julio César Arreaza B
@JulioCArreaza
Los venezolanos vivimos serias tensiones en agosto de 1987, como consecuencia del incidente ocurrido en el Golfo de Venezuela, cuando una Unidad de la Marina de Guerra de Colombia, la Corbeta Caldas, penetró en el territorio marítimo de Venezuela e intentó ejercer actos de autoridad en el mismo, desatendiendo las invitaciones que le hicieran nuestras unidades navales para que saliera del área.
La incursión de la nave colombiana se produjo en un área sobre la cual Venezuela tiene títulos jurídicos, e históricos irrefutables, y sobre la cual hemos ejercido efectiva y plenamente soberanía desde tiempos inmemoriales. Una zona sobre la cual la Armada venezolana ha venido realizando un patrullaje sistemático y permanente, manteniendo nuestro control efectivo y garantizando nuestra seguridad.
Los argumentos anteriores fueron expuestos por el presidente Jaime Lusinchi quien exhibió una firmeza inquebrantable de estadista en la defensa de la soberanía e integridad territorial del país y de los derechos e intereses vitales de la República. Debido a la firmeza demostrada en la defensa de nuestra soberanía la nave incursora colombiana abandonó nuestro territorio marítimo.
Colombia pretendió justificar la incursión alegando la falta de delimitación de las áreas marinas y submarinas entre Venezuela y Colombia. La falta de delimitación, contestó el presidente Lusinchi en ningún caso, puede servir de pretexto para la utilización de vías de hecho o actos que traten de alterar, el statu quo.Nada puede justificar la invasión de un territorio marítimo sobre el cual nuestro país no sólo tiene derechos irrefutables, sino que mantiene de manera efectiva su soberanía en forma pública, pacífica y por tiempo inmemorial. Las vías de hecho no pueden ser el camino para tratar de forzar la voluntad de la otra parte en ninguna circunstancia. Para Venezuela es el diálogo creador, remarcó Lusinchi, el único compatible con los lazos de amistad que históricamente han caracterizado las relaciones entre nuestros pueblos y gobiernos, y el único que en definitiva puede conducir soluciones justas, viables y permanentes a los diversos asuntos por resolver.
El presidente Jaime Lusinchi rindió tributo a la admirable actuación, inteligente, firme y patriótica de las Fuerzas Armadas Nacionales, quienes hicieron gala de su apresto operacional. Reconoció también la unidad solidaria de todos los sectores de la vida pública y privada de Venezuela con la actitud asumida por el Gobierno Nacional en defensa de nuestra soberanía, nuestra integridad territorial y nuestros intereses vitales.
Diario 2001. 7 de Junio 2014.