Jaime Lusinchi
Julio César Arreaza B
Falleció seis días antes de cumplir 90 años, el ex presidente Jaime Lusinchi, tuve el honor de trabajar a su lado durante su período constitucional 1984-1989, como Secretario del Consejo de Ministros. Era un presidente que escribía muy bien y redactaba sus discursos, me transmitió una vocación intelectual hacia la lectura y la escritura. Allí quedan para la historia las Actas más completas de las reuniones del Gabinete con todos sus anexos. Dejó documentada su obra para la historia. Ganó la presidencia con la más alta votación, 57%, más de un millón de votos le sacó de ventaja a Caldera. Siempre se destacó en lo que hizo, dirigente estudiantil de primer rango en la Universidad, médico con excelentes calificaciones, jefe de la Fracción Parlamentaria de su partido AD, durante 14 años, lo cual es indicativo que fue un excelente parlamentario y negociador político reconocido por todos.
El consenso y el Pacto Social se convirtieron en prácticas de gobierno en la toma de decisiones, mediante la interacción con los trabajadores, empresarios, partidos políticos y la sociedad civil. Los Poderes Públicos no se utilizaron para persecuciones políticas.
Entre 1986 y 1988, la producción nacional del PTB no petrolero se elevó a 5 % anual. El crecimiento real de la economía constituye el mayor logro de la administración de Lusinchi, nos referimos a los sectores que producen bienes tangibles: papas, vacas y tornillos.
Notable fue el crecimiento de la agricultura a un promedio anual mayor de 5%; igual porcentaje en la industria.
Las inversiones en los grandes proyectos industriales del sector público finalizaron en 1983, siendo que el mayor crecimiento industrial a partir de entonces ocurrió en la mediana y pequeña industria, significando un cambio estructural en la industria manufacturera y una mejor integración del aparato productivo.
Los sectores productivos crecieron un 25% en el quinquenio. Esto demuestra la prioridad que se le asignó a la economía real, en contraste a la economía financiera, reflejándose en el empleo. Al reactivarse la economía, el desempleo descendió hasta 6,9% en 1988. Desde entonces no gozamos de una tasa de desempleo tan baja. El salario real per cápita se mantuvo gracias a las medidas compensatorias acordadas con trabajadores y empresarios. La combinación de mayor empleo y salarios reales estables durante 1984 –1988, es la más clara expresión del contenido social y de beneficio a los trabajadores de la gestión de gobierno de Jaime Lusinchi. Todo esto se hizo con un precio de petróleo que cayó a 8 dólares el barril, lo cual contrasta con el desastre del régimen que ha administrado pésimamente una colosal fortuna.
@JulioCArreaza