Al venir a Caracas, uno es bombardeado con historias. Sólo viendo Maduro en sus diatribas ahora casi diarias sobre cómo va a reactivar la economía y salvarlo de la guerra económica, daría suficiente material para lo que se ha convertido en una dictadura verdaderamente extraña, presidida por alguien que no tiene capacidad para diagnosticar ni los problemas, ni las soluciones al desorden creado por la revolución. Pero un área que me ha llamado la atención es la capacidad de los revolucionarios bolivarianos para ignorar o desestimar los muchos fracasos de la revolución y describir cómo ellos ciertamente arreglarán las cosas Seguir leyendo