Es una ilusión mediática la baja de consumo eléctrico
La baja demanda de julio y agosto es un ciclo histórico tradicional y no la instalación de los nuevos 1.000 megavatios
José Suárez Núñez.
-Tocoma está costando sin concluirse $10.000 millones y tiene la misma capacidad de Caruachi que costó $2.500 millones
El ministro de Energía Eléctrica y presidente de la junta interventora de Corpoelec, Jesse Chacón, informó que se “cumplió” la meta prevista en el plan de los 100 días, de la baja de consumo y la instalación de 1.000 nuevos megavatios.
Desde Estados Unidos, el especialista José Aguilar, lamentó frustrar el optimismo del Ministro de Energía Eléctrica, pero la baja de consumo no es el resultado de la instalación de los nuevos 1.000 megavatios, ni los planes para bajar la demanda.
Aguilar dijo que la demanda eléctrica tiene un ciclo histórico de menos demanda en estos tres meses, que con mucha habilidad el ministro eléctrico está anunciando que se están viendo los resultados de sus primeros 100 días al frente del despacho. No es el resultado los 1.000 nuevos megavatios, ni la reducción del consumo, agregó.
El militar ha recorrido un largo trecho, más que ninguno otro de su promoción en manejar el lenguaje y poner en práctica los conocimientos adquiridos en la dinámica de las comunicaciones y las encuestas, que es su segundo oficio, después de licenciado en ciencias militares. Es una estrategia mediática, que ha sido una de las fortalezas del Gobierno.
Según Aguilar, el problema podrá presentarse después del 15 de agosto, cuando vencerá el plazo de los mágicos 100 días. Puede surgir otro problema que el ministro petrolero Rafael Ramírez tiene medio escondido: es bastante difícil poner todo el combustible que se necesita para la electricidad, que ya pasan de 120.000 barriles diarios de diesel.
“El optimismo del Ministro pareciera un montaje inteligente, aprovechando que los meses de julio y agosto están en el semestre de más baja demanda histórica, hasta el 15 de diciembre. Están a punto de pasar factura, las fallas históricas de mantenimiento en transmisión y distribución, como pasó en el desastre de Amuay“.
Desde los primeros días de Alí Rodríguez, el Gobierno instaló una estrategia de una expansión termoeléctrica, y detener la expansión hidroeléctrica. Todo iba a terminar en el 2010. Pero, en este momento la termoelectricidad instalada está en un nivel de 103%, por encima de la hidroelectricidad, según la autorizada opinión del técnico José Aguilar, quien agrega que esta supremacía térmica incluye lo que hay en el Bajo Caroní (Guri, Caruachi y las unidades de Macagua).
En números, la hidroelectricidad representa unos 14.000 megavatios incluyendo lo que se está haciendo en la planta de Tocoma. A esta unidad, el ministro debe ponerle la lupa, pedir facturas y darse un paseo por la escena, porque los costos van por 10.000 millones de dólares. Esta última unidad tiene la misma capacidad de Caruachi, que costó 2.500 millones de dólares, y los expertos dicen que la inflación es muy exagerada. Aguilar dice que dispone de la adecuada experticia y contactos con los fabricantes, para saber los precios de esa actividad tan sofisticada y secreta.
Es un peligro descansar como base de expansión en la termoelectricidad, porque la electricidad que aporta el Guri, equivale a un suministro de 500.000 barriles diarios de petróleo. Los 120.000 barriles diarios de diesel que devoran las plantas eléctricas, está más que justificado porque de lo contrario la mitad de Venezuela estaría a oscuras, pero es muy costoso.
En la práctica los megavatios no alcanzan y los 14.000 térmicos que el Gobierno menciona no existen. En la práctica sólo pueden disponer de 7.100, el resto es una ilusión mediática, de lo contrario no persistirían los cortes y apagones. Si creen que tiene disponibilidad de 14.000 megavatios térmicos, eso significa que hay un problema más serio, un problema de fondo, y han gastado una montaña de dinero y la estrategia ha sido un fracaso”, según frases del experto Aguilar.
Después que en el 2003 el régimen anunció la apertura del gas, y sólo otorgaron el campo Yucal Placer, los 10 años posteriores han transcurrido en promesas, firmas de memorandus de entendimiento y creación de empresas mixtas, pero no ha salido a la superficie una sola molécula de gas.
En la actualidad importamos de 200 a 250 millones de pies cúbicos diarios de gas de Colombia, a precios internacionales, y exportamos unos 100 millones de pies cúbicos a Brasil.
Más temprano que tarde el fallido mantenimiento pasará la factura.
Economía
Lunes 15 de Julio de 2013 | Pag. 12
TalCual