Pienso que sería muy conveniente insistir en el sentido y significación de esta Fiesta. Comenzando por clarificar que el 6 de enero no es la Fiesta de los Reyes Magos, sino la Fiesta de la Epifanía (manifestación) del Rey que es Jesús. Insistir que si no se manifiesta el Señor, su Encarnación no habría llegado a los hombres. Desde su origen y durante trescientos años la Iglesia celebraba en esta fecha tres realidades importantes relacionadas las tres con la luz y la manifestación: el Nacimiento en Belén (noche del 5 al 6); manifestación a los magos (paganos) y manifestación en las bodas de Caná (el primer signo revelador que hace Jesús). A partir del siglo IV se desdoblaron las fiestas: la primera se trasladó al 25 de Diciembre (que seguimos celebrándola hasta el presente) y las otras dos se mantienen en el día de la Epifanía. Hoy es la Fiesta de la Luz y de la entrada en la Iglesia del mundo gentil. Es una Fiesta fundamental. La insistencia en estos elementos que son bíblica, teológica y pastoralmente tan importantes debe llegar a los verdaderos creyentes.
Comentario del Fraile Gerardo Sánchez Mielgo de la Orden de los Dominicos.