La soberanía alimentaria ausente en Koma y La Fuente
Lunes, 28 de Enero de 2013
Los antiguos establecimientos del Complejo García Hermanos -expropiados por el gobierno- van en caída libre hacia la decadencia.
Los largos o escabrosos pasillos que delimitan los anaqueles vacíos de Koma
Eunice Medrano
Fotos Carlos León
12.312 horas han pasado desde que el presidente Hugo Chávez anunció el 1 de septiembre del 2010 la expropiación de los bienes muebles e inmuebles del Complejo Hermanos García (GAISA), la cual comprendía las empresas Friosa, Inversiones Koma y Delicateses La Fuente.
Con la intervención del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso de los Bienes y Servicios (Indepabis) a la empresa, tres meses antes del anuncio, y la publicación en Gaceta Oficial 39.524, estos establecimientos pasaron a formar parte del proyecto de soberanía alimentaria que el Presidente de la República había mencionado en 2008.
Dos años más tarde, se modificó el decreto 7.703 indicando las nuevas especificaciones en cuanto a las dimensiones de los galpones y parcelas adquiridas forzosamente. Asimismo, se expropió la Farmacia La Fuente, en la calle Guasipati de Puerto Ordaz.
El ahora…
La realidad que pintó el Presidente en su discurso cuando confiscó los bienes de los hermanos García no concuerda con la situación actual de los establecimientos.
Aquellos anaqueles llenos de variados y vistosos productos, en donde se encontraba de todo, ahora sólo ofrecen su blanco metal percudido. “Esta expropiación no logró mejorar nada, más bien aumento las necesidades en un pueblo que está destinado a vivir en la miseria”, afirmó Josefina Marín, antigua consumidora de Koma.
Asimismo, trabajadores de Koma, hoy Abasto Venezuela, aseguran que los anaqueles se surten de productos que disfrazan la escasez, como: copas, detergentes y plástico para envolver, puesto que no se ofertan los productos básicos “porque simplemente no hay”.
Por otro lado, La Fuente ofrece plátano y auyama en la sección de verduras. En los anaqueles se ven pocos productos: granos, leche en polvo, infusiones, detergentes, comida para perros, una que otra golosina y huevo (a 46 bolívares el cartón). Se vende carne y pollo si hay, y como la harina de trigo está escasa la panadería no funciona. De igual forma, por el problema de las divisas, la farmacia cerró.
Es por eso, que al entrar a los establecimientos no sorprende ver a los empleados jugando en las cajas o pasillos, o sentados en las mesas de la panadería disfrutando de sus perennes tertulias. “Hay que cumplir horario pa’ justificar el sueldo. Si hay o no, eso no nos toca a nosotros”, vociferó un trabajador mientras una consumidora les reclamaba la falta de productos.
¿Y la promesa?
“Cuando esto era Koma uno no tenía que pasar por esto. Tú venías comprabas, escogías pa’ lo que te alcanzara, pagabas y te ibas. Ahora no, tienes que venir a ver que no hay nada y a pelearte por un pollo. Esto es inhumano”, manifestó Jesús del Valle, consumidor del negocio.
El presidente Chávez para justificar la medida de expropiación del grupo Friosa indicó que el pueblo venezolano iba, finalmente, a poder alcanzar la soberanía alimentaria, ya que se le daría prioridad a los productores venezolanos venciendo de a poco la importación de alimentos.
Sin embargo, los escasos productos existentes en estos establecimientos son procedentes de México, Nicaragua, Uruguay y Chile, entre otros.
La escasez, las colas, el maltrato, los sobreprecios, el sueldito… es el ‘por ahora’ convertido en un: “Y viene más”.
La Fuente más que un abasto es un recuerdo para los guayaneses