10 noviembre 2012
¡Vamos hacia el silencio total!
(Foto El Carabobeño)
Dhameliz Díaz | ddiaz@el-carabobeno.com
La hegemonía comunicacional roja, avanza. Marcelino Bisbal, doctor en Ciencias Sociales lleva la cuenta: “Ciertamente el Gobierno se ha dotado de una plataforma de radios, canales de televisión, medios impresos, comunitarios, pero en este ensayo y error ha descubierto el arma jurídica que le resulta eficaz: la autocensura, mucho más peligrosa y menos evidente que otros mecanismos coercitivos de la libertad de expresión”.
¿La verdad, tiene una sola voz, un solo ángulo noticioso? “Los medios de comunicación social rojo, no pueden ser críticos ni darle cabida a los que disienten de las políticas públicas. Son instrumentos para la propaganda política. Canales para hablar de un país que quieren que sea Venezuela, pero no lo es”.
La batalla mediática está en pleno desarrollo, no lo duda. Y sin embargo, el director de Posgrado de Comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello afirma sin dudas: “Todavía hay libertad de expresión en Venezuela” ¿Así no más? Interrogamos. “Condicionada”, contesta desarrollando sus argumentos. “Coartar la libertad de expresión no sólo implica clausurar medios o poner preso a periodistas, sino limitar el acceso a la información pública, impedir que medios privados hagan la cobertura de actos oficiales y presionar a los medios y periodistas con normas y leyes con terribles sanciones. La crítica razonada y confrontada es sustituida por la subordinación. El disenso es juzgado como subversión”.
Especialista en semiótica, investigador a tiempo completo del proceso de la comunicación, está convencido de que para el presidente Hugo Chávez, reelecto para un período de 6 años más, el control de los medios de comunicación es estratégico por el poder simbólico.
– Yo creo, no sé si estoy exagerando, pero en el segundo Plan Socialista que el Presidente anunció arrancará el 10 de enero, una vez que sea juramentado nuevamente, será fundamental el tema de los medios de comunicación social. En el Plan Bolívar 2007-2013 ya se había incluido, todo un capítulo referido al papel de los medios de comunicación, los cuales tienen que estar al servicio de la revolución, los que no lo están, son enemigos.
De batallas y guerras
¿Está de acuerdo en que Venezuela se está desarrollando una batalla mediática en lo que se ha definido guerra de IV generación?
– La palabra guerra no me gusta, pero creo que hay una confrontación entre pequeños, medianos y grandes países determinado en cómo se han ido redistribuyendo los sectores productivos de la economía. Los países del primer mundo se han especializando en obtener la información, procesarla y ponerla a circular. Venezuela con su nacionalismo mal entendido desarrolla una confrontación discursiva frente a una gran potencia como Estados Unidos, lo que implica ir cerrando ventanas por donde llega la información, que se intensificará a partir de enero cuando comience el segundo plan socialista. Acércate a una oficina comercial de Cantv e indaga sobre cuáles canales tendrás acceso si te suscribes a la televisión digital que ofrecen. En las ofertas nacionales Globovisión no aparece, sabemos las razones, lo que implica políticamente; tampoco CNN y los canales de películas son ‘neutrales’ por identificarlos de alguna manera. Hay un filtro. Si uno analiza detenidamente el Plan Socialista de la Nación 2007-2013 y lo que nos anuncian para el tercer período del gobierno del presidente Chávez, no me cabe la menor duda, de que los medios de comunicación serán la clave por donde se irán cerrando más ventanas para la crítica y el disenso. Para que el ciudadano tampoco tenga la posibilidad de contrastar información que venga de otros lados y permanezca ausente, desconectado de los acontecimientos en el mundo que al Gobierno no le interese que sepamos.
¿Y que pasa con el mundo de las redes sociales?
– Esa es una vía de escape, pero tecnológicamente también se pueden controlar. Así lo evidencian las aseveraciones del Presidente cuando anunció su cuenta en Twitter “Chavezcandanga”: “ahora también tenemos que formarnos para el manejo revolucionario de las redes sociales y habrá que regularlo”. Los medios de comunicación social tradicionales están más que controlados. Los nuevos más democratizantes, interactivos y participativos en cuanto a la relación emisor-receptor, utilizan otra plataforma como la Internet, que también puede ser limitada por el Gobierno, a través de Cantv, que en cifras conservadoras controla el 80% de flujo de las redes. Eso sin contar el uso que se le puede dar a los satélites Simón Bolívar y Miranda, hasta la fecha la ciudadanía no ha sido enterada cuáles son sus usos y propósitos.
– Si cierran las ventanas hacia el exterior, aumentan las presiones hacia los medios tradicionales que no negocian su línea editorial ¿Cuál es el panorama?
– Es muy claro: Un sector mayoritario de medios de comunicación intimidado, autocesurados, que han dicho primero el negocio y luego todo lo demás. Hay manera de ahogar a los medios impresos vía otorgamiento de dólares para la compra de insumos, mayores impuestos y controlarlos.
¿Cuál es el inventario de los daños causados por la polarización al ejercicio periodístico?
– El inventario de daños es grande. Los pequeños medios de diversos estados del país se han venido censurando porque han sido presionados por gobiernos regionales y municipales a través de la pauta publicitaria exigiendo sanciones y despido del periodista crítico. Se le está haciendo un perjuicio terrible a la crítica plural. No se quiere un debate de ideas, sino de adjetivación. No es gratuito que las protestas, mayoritariamente de trabajadores del sector público, buscan expresarse acudiendo y convocando a los medios privados de comunicación, porque no tienen cabida en VTV ni en los medios públicos. Si se cierran estas ventanas de información vamos hacia el silencio, total. No nos enteraremos de lo que pasa del otro lado, de ninguna manera. El artículo 5 de la reforma a Ley Orgánica de Comunicaciones establece que el Gobierno puede retirar todas las concesiones por razones de seguridad y defensa, ah, pero no se sabe qué se entiende por eso, porque la norma no se discutió siendo producto de un solo lado.
– ¿Por qué este Gobierno le da tanta importancia a los medios de comunicación?
– Ellos saben muy bien que el ideario político de estos tiempos se logra a través de los medios de comunicación, si son contrarios, hay que regularlos, controlarlos, censurarlos, silenciarlos. Meterles miedo, presionarlos para que se autocensuren, práctica en la cual han sido muy efectivos.
– ¿Que responsabilidad han tenido periodistas y medios de comunicación social en la crisis política que se vive en el país?
– En estos 14 años el periodismo venezolano y la comunicación social han vivido dos momentos en los cuales los profesionales de la comunicación y periodistas salimos muy mal parados. Durante los sucesos de abril de 2002, cuando un sector grande de los medios y grupo de periodistas le hicieron juego a lo que le pedía buena parte de la población, jugando un rol de actores políticos que no nos correspondía. Salimos con las tablas en la cabeza. Eso hace que el Gobierno tome conciencia de la importancia estratégica de la comunicación. El segundo momento es el paro cívico nacional, que impulsa el crecimiento hegemónico de la comunicación. Pero tengo que reconocer, que a partir de esos momentos también comienza a darse un periodismo más investigativo. Hay un giro. Pero en el sector empresarial, el miedo a perder el negocio ha fusionado porque el Gobierno lo ha manejado muy bien.
– ¿Han hecho mella las descalificaciones sistemáticas a los periodistas?
– El enconamiento del Gobierno con los medios, las amenazas abiertas y disimuladas contra periodistas pueden ir minando nuestra asertividad, pero no claudicamos porque sabemos lo que significa nuestra profesión para sostener el tejido social particularmente en este tiempo de fracturas.
Poder simbólico
– ¿Cuál es, a su juicio, la justificación estratégica para el control de los medios de comunicación social?
– A partir de los sucesos de abril de 2002 el mandatario nacional se percata de que el sector privado de medios está asumiendo el rol como actores políticos. Ante el vacío de los partidos políticos, la ciudadanía, sobre todo la clase media, miraron hacia la radio, la televisión y una buena parte de periodistas quienes asumieron este papel. El presidente Chávez no tenía que ser muy inteligente para darse cuenta y a partir de ese momento comienza, primero, una carrera para remozar tecnológicamente los pocos medios que tenía en sus manos en ese momento, segundo, para ir conformando la hegemonía comunicación social, como lo dijo el entonces ministro de Comunicación, Andrés Izarra: un estado socialista tiene que tener hegemonía en todos los órdenes de la vida. Hacia allá van.
– ¿Hacia dónde?
– No tengo dudas de que apretarán más las tuercas a los medios de comunicación social privados. Ha habido algún asomo para aplicarles la Ley de Responsabilidad Social en Radio, TV y Medios Electrónicos, a la televisión por suscripción, no tocan abiertamente el tema de la Internet, pero al buen entendedor pocas palabras bastan; los mismos contenidos que se prohíban para los medios radioeléctricos, también podrían serlo en la Internet.
– ¿Por qué sostiene que es simbólico el poder de los medios de comunicación?
– Porque en los medios de comunicación no se manejan bienes materiales concretos sino discursos, contenidos, mensajes, formas de poder que han ido adquiriendo más importancia porque irradia a los otros.
En los países del primer mundo, las grandes decisiones se toman basadas en mucha y muy buena información. De allí viene el axioma, ‘la información es poder’. El mundo de las comunicaciones nos induce ciertamente a ser bastante “escépticos”, pero no cínicos como señala Kapuscinski. Cierto escepticismo profesional nos permite desconfiar de cualquier hecho propalado, valorar la sinceridad, discernir pseudoacontecimientos. Estamos empeñados en ser los primeros en defender las libertades públicas necesarias para el diálogo social , sin claudicar el principio de buscar la verdad.
www.el-carabobeno.com/articulo/articulo/45669/vamos-hacia-el-silencio-total