Reformas linguisticas. No se preocupe, lector, que este texto no versa sobre lo que usted cree. No es un llamado a la Real Academia de la Lengua Española para que agilice el proceso de aceptación de nuevos términos, ni siquiera un reclamo para restarle complejidad a la ortografía castellana. Nada de eso. El sayo de filóloga hace un buen rato lo colgué, y ahora entiendo más de bytes que de sílabas, de tweets que de conjugaciones. Hablo más bien de esos giros peculiares que se utilizan en Cuba para designar los fenómenos económicos, políticos y sociales. Las “reformas” que vivimos Seguir leyendo