De todas maneras, como el nuestro es el país en el que todo misterio tiene su asiento y cualquier vaina puede esperarse, aunque el mundo se acabe el 22 de diciembre, igual pienso votar
en las elecciones de gobernadores, no vaya a ser que, en un arranque de mala suerte, se acabe el mundo, pero en Venezuela siga. De las Profecías Mayas por Laureano Márquez (Tal Cual)