En Cuba Alardear de las calificaciones de nuestros hijos y pavonearnos con las buenas notas que obtuvieron en un examen son de esos placeres que no dejamos escapar cuando se nos presenta la oportunidad. Llega junio y al tropezarnos con un vecino o un amigo brota una pregunta obligada ¿cómo le va al niño en las prueba finales? El calor pasa a un segundo plano y la abulia veraniega gana algo de misterio con la interrogante de si ¿aprobará o no aprobará? ¿Pasará de grado o no? Las noches se hacen largas resolviendo ejercicios de matemáticas, los repasadores no dan Seguir leyendo