Iran´s Gambit in Latin America
Roger F. Noriega
February Issue of Commentary Magazine
Extractos del artículo, traducido al español. Para el artículo completo, visitar el enlace que aparece al final de la traducción.
En los últimos cinco años, Irán ha comenzado a sacar el máximo provecho de la hospitalidad sin precedentes del hombre fuerte de Venezuela, Hugo Chávez ,en las Américas.
Con Chávez la petro-diplomacia ha permitido a Ahmadinejad cultivar asociaciones con regímenes anti-Estados Unidos de Cuba, Ecuador y Bolivia. Hoy en día, una red oscura de empresas comerciales e industriales en varios países, permite a Irán una presencia física en las proximidades de las fronteras de su mayor enemigo. Cada vez es más claro que Irán tiene la intención de utilizar los refugios seguros en estos países para desplegar las armas convencionales y no convencionales que representan una amenaza directa al territorio de los EE.UU., los canales estratégicos y los aliados de Estados Unidos.
Sin embargo, las autoridades de la administración Obama se ha mantenido notablemente complaciente. Y el peligro de la participación de América Latina es multidimensional, y va más allá de la ayuda a soldados de infantería mexicana. A pesar de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó en un reciente informe que el apoyo exterior es crucial para la capacidad de Irán de desarrollar un arma nuclear, en EE.UU. oficiales diplomáticos, de inteligencia, y las agencias de seguridad, no están seguros de que Irán extrae mineral de uranio de las cuencas inmensa en Venezuela o Ecuador, o si Argentina ha reanudado el intercambio de tecnología nuclear con Teherán.
Cuando Mitt Romney se refirió, durante el debate presidencial republicano, a la red de Hezbollah en América Latina, politifact.com sostuvo que en el informe de CRS sólo se menciona el financiamiento del terrorismo como un problema . Sorprendentemente, la única mención de Venezuela en esa cartilla de 56 páginas es una nota referente al alto nivel de complicidad militar de Venezuela con los narcoterroristas colombianos. Los políticos, por otra parte, permanecen ajenos a la creciente amenaza debido a que el Departamento de Estado ha fallado en demandar a la comunidad de inteligencia , examinar las actividades de Irán y Hezbollah en el hemisferio occidental.
La visita de Ahmadinejad a Venezuela en enero y en otras partes de la región fue con la clara intención de apuntalar los intereses de Irán en América Latina, mientras Chávez sucumbe al cáncer. Irán puede esperar que hagan causa común con Cuba, Rusia y China para proteger su refugio-seguro si es necesario, mediante el fomento de movimientos de izquierda de Chávez ,de echar por tierra en Octubre 2012 los resultados de las elecciones en Venezuela. Si los Estados Unidos fueran más vigilantes en esta fase crítica de transición post-Chávez, aún podría ser posible estropear los planes de Irán mediante el apoyo a una solución pacífica, electoral.
Después de haber caído peligrosamente atrás en su esfuerzo por detener la búsqueda de Irán de armas nucleares, Washington difícilmente puede permitirse el lujo de ceder terreno a la República Islámica en lo que es, en términos globales, su “propio patio trasero”. Irán, envalentonado por su éxito en eludir las sanciones occidentales importantes y mantener la fuerza militar estadounidense en la bahía, es cada vez más provocativo. Si Washington no cambia la posición de vigilancia, en una actuación en contra de los avances de Irán en América Latina, puede encontrarse frente a una amenaza grave y creciente que no puede ni disminuir ni evadir.
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“Roger F. Noriega was ambassador to the Organization of American States from 2001–03 and assistant secretary of state from 2003–05. He is a visiting fellow at the American Enterprise Institute, the managing director of Vision Americas LLC, and a contributor to interamericansecuritywatch.com.”