Si podemos
Tomado de la edición dominical de Tal Cual, “Desde el principio – Articulo de Americo Martín, parte Nº 2.
2 ¿Qué es lo nuevo de esta historia? Lo nuevo es la legítima ambición china de ofrecer cuantiosas mercancías a cambio de nuestras materias primas. Se nos propone retornar a la viciosa relación de intercambio supra mencionada, mientras se dispara la deuda externa de nuestros inocentes países. La presión es resistida en Brasil y Argentina, pero ¡ay! no en Venezuela. A Cuba la defiende su nada atractiva pobreza El Presidente venezolano vive de fantasmagorías. Se siente cómodo bajo la férula de sus nuevos amigos porque en sus sueños decir China es decir Mao, Gran Marcha, revolución socialista, comunas populares, liquidación de la inversión privada y Revolución Cultural con su estela de sangre.
¡Cuántas cosas ignora este hombre! Aparte de él, casi nadie en el planeta quiere parecerse al Buda del comunismo chino. Chávez no tiene noticia de hitos trascendentales en el despliegue de China, que la condujeron desde las ruinas seudosocialistas a la prosperidad del capitalismo más salvaje que se conozca. Con la derrota del Gran Timonel el viraje hacia el mercado pegó un salto descomunal. Mao había estrangulado al sector privado y creado ruinosas comunas, hoy muertas sin dolientes. La privatización batió el record mundial; la remuneración del trabajo se basó en el rendimiento y ya no más en lealtades partidistas.
Diestros en el comercio desde milenios, los chinos se derraman por el mundo. Latinoamérica despertó su interés. Aunque siempre se están “liendo”, la sonrisa se estiró de oreja a oreja cuando se toparon con un errático presidente, alforjas llenas y no precisamente con ideas. El Fondo Chino es la joya de esta carrera hacia la hegemonía.
Además de asegurarse petróleo a precios irrisorios, encadenaron el Presidente de las cadenas al poste de una deuda infinita.