Patrona de Caracas
Julio César Arreaza B
Estamos de plácemes, porque así como los margariteños tienen su Virgen del Valle y los larenses su Divina Pastora, ahora los caraqueños tenemos a la Virgen de Coromoto como nuestra patrona, luego de verificarse las formalidades eclesiásticas de rigor, en este singular año del Bicentenario de la Independencia.
Repasando su historia, dícese que en 1652, la Santísima Virgen María se apareció portentosamente en los llanos de Portuguesa a los indios Coromoto, constituyendo tal hecho una evidente manifestación de la predilección divina hacia el pueblo venezolano, y nos quedó como testimonio la reliquia que hoy se conserva en su Basílica en Guanare, hermoso templo votivo erigido en honor de Nuestra Señora, diseñado por un preclaro y talentoso arquitecto venezolano, el distinguido y siempre recordado Erasmo Calvani, quien acometió esa obra con no pocos desvelos y dificultades sobrevenidos en el camino, asumiéndola como la obra de su vida.
Prosigue el relato con el momento en que María invita al cacique Coromoto y a su familia a abrazar la fe católica católica y recibir el santo sacramento del bautismo, expresando con ese gesto la importancia de la familia. Es a través del bautismo que nos incorporamos a la Santa Iglesia Católica.
Recordemos que la reliquia de la imagen de Nuestra Señora de Coromoto, la muestra sentada en un trono presentándonos amorosamente al Niño Jesús, coronado como Rey, quien a su vez lleva en la mano el orbe de la tierra, para instaurar en el mundo el Reino de Dios, que es el reino de la verdad y de la vida, de la santidad y de la gracia, de la justicia, del amor y de la paz.
Sea oportuno señalar que a través de los siglos se ha venido extendiendo en Venezuela la devoción a la Virgen de Coromoto, y fue en 1942, cuando el Episcopado patrio la declaró patrona de Venezuela, ratificado luego por el Papa Pio XII en 1944.
Es bueno tener en cuenta que la declaración de la Virgen de Coromoto, como patrona de Caracas, no pretende contrariar ni negar en forma alguna, la devoción que le profesan los fieles venezolanos a María Santísima en otras advocaciones y a otros santos. Sin embargo, resulta innegable el hecho de que al contar ahora los caraqueños con nuestra propia patrona, nos sentimos estimulados a acrecentar la fe, el amor filial y la devoción a María Santísima, madre de Dios y madre nuestra, que al ser la patrona también del país, fomentará la unidad e identidad de los católicos que integran la patria grande y en particular esta ciudad mariana.
El sábado próximo pasado asistimos al hermoso acto de entronización de la patrona de Caracas, realizado en el complejo Naciones Unidas, en medio de miles de fieles capitalinos viviendo la alegría de la fe.