Reactivar el Metro implica cemento y cabillas hasta 300% más costosos
Cortando la maleza en la estación Negra Hipólita.(Foto Angel Chacón)
Una eventual reactivación de los trabajos del Metro de Valencia se encontrará con escenarios nuevos como que, además de escasos, el precio de la cabilla aumentó 300% el último año y el del cemento 50%, sin contar los agregados (piedra y arena) que rondan un alza de 150%. Recursos humanos y energía eléctrica son partidas que también subieron.
Los porcentajes anteriores los conoce y explica Juan Carlos Cárpico, ingeniero civil con especialización en construcción de túneles y puentes, que participó como ingeniero de obra mientras la topa Beatriz se abría paso desde la Monumental hasta la Cedeño.
Este miércoles habrán pasado tres semanas desde que el ministro de Transporte, Francisco Garcés, calculó que en ese lapso, o en aproximadamente un mes, el Gobierno reactivaría la construcción del subterráneo, paralizado por completo hace un año y nueve meses.
El contrato original convenido en 2007 entre el Consorcio Ghella y la C.A. Metro de Valencia para el segundo tramo de la línea uno (de Cedeño a Guaparo) se firmó por 440 millones de bolívares sólo para obra gris (estructura de túnel y estaciones), repartidos en dos divisas: cerca de 300 millones de bolívares y unos 65 millones de dólares, al cambio oficial de la época.
Voceros del tema han calculado recientemente que al menos 700 millones de dólares puede costar terminar las seis estaciones paralizadas, tomando en cuenta que la obra gris suele representar un tercio del costo total.
Pérdidas a granel
Agosto de 2008 significó un punto de inflexión. En esa fecha la contratista cobró la última evaluación y, desde allí hasta noviembre de 2009, trabajó a media máquina hasta el cese de labores. “Las obras se pararon por falta de dinero”, insiste el ingeniero civil.
La lista de pérdidas ocasionadas como consecuencia de la paralización incluye, desde la óptica de Cárpico, tanto el sostenimiento de personal mínimo administrativo y de seguridad como el mantenimiento de estaciones y equipos. “Constantemente se ha seguido bombeando hacia fuera el agua que se filtra”. La contratista debe estar pagando intereses a la banca europea que buscará cobrar, infiere.
Pero, en materia de costos y perjuicios, el costo más grande tal vez sea el del mantener en el sitio la topa Beatriz, una costosa máquina que permanece varada en la estación Rectorado. “No está produciendo dinero, pero su alquiler sí nos está costando a los venezolanos seguramente mucho”.
Reencender la topa con carácter permanente no vale la pena hasta tanto no se haya construido la losa curva, para que ella pueda avanzar. “Si no tiene a dónde llegar, no arranca”, dibuja Cárpico, quien considera que la construcción del túnel podría tomar ocho meses. En consecuencia, Beatriz, como fue bautizada, arrancaría sólo después de aproximadamente un año y dos meses de haberse reiniciado los trabajos.
Arranque paulatino
Con todos los argumentos anteriores y la historia conocida, Cárpico sentencia esta conclusión: “Una contratista no va a arrancar esta obra si ellos no tienen la garantía de tener los recursos hasta terminarla”.
El especialista en túneles califica de improbable la hipótesis de que la obra vea reactivación este septiembre, debido a lo que supondría el pago de útiles escolares inherente al mes. “Es difícil arrancarla en forma en octubre, por el tema de los exámenes médicos dada la cercanía de diciembre”. Por navidad, los distribuidores de cabillas y cementos también toman vacaciones. A menos que este último trimestre los trabajos se reactiven “poco a poco”, el experto ve más viable que sea en enero de 2012 cuando se pueda hablar de un reinicio total.
En estos casos se hacen contratos por obra determinada, pero lo ideal es que se comience a trabajar en todas las estaciones simultáneamente y que lleguen a ser aproximadamente un total de 800 personas en campo (incluyendo obreros, cabilleros, carpinteros, electricistas, plomeros y demás trabajadores de la construcción). Se desconoce a qué nivel avanzan las conversaciones entre Ghella y el MTC. Cárpico lamenta la dificultad para acceder a la información oficial sobre el tema.
Cero movimientos
A pocos días de cumplirse los días aproximados anunciados por el ministro Francisco Garcés, para la reactivación de los trabajos de construcción de la línea dos del metro de Valencia, en ninguna de las estaciones se observa movimiento esperanzador. Este lunes por las estaciones paralizadas se pudo apreciar unos 3 trabajadores cortando maleza en la estación Los Sauces, ahora Negra Hipólita. En el lugar, uno de los obreros se molestó de sobremanera, ante la posibilidad que le hicieran fotografías laborando, porque según dijo la empresa no se lo permite. (BR)
Daniel Pabón .dpabon@el-carabobeno.com 20/09/2011,A-5