¿LOCTI 2010 INCONSTITUCIONAL?
AL COMPÁS DE LA CIENCIA
GIOCONDA SAN BLAS
gioconda.sanblas@gmail.com
En nuestro artículo anterior mencionamos que la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI), aprobada en el madrugonazo del 16-122010, ha sido sujeta a varias demandas de nulidad ante el TSJ. Se alegan aspectos formales como ausencia de una consulta pública a los ciudadanos interesados (arts. 62 y 211 de la Constitución Nacional-CN) y violación al art. 24 sobre la irretroactividad de la ley, en tanto que a partir del 1-1-2011 se exige a las empresas e industrias el pago de aportes sobre el ejercicio fiscal 2010 con base en una ley aprobada a finales de ese año.
También, argumentos de fondo (violaciones a los artículos 2, 6,98, 102, 103, 109 y otros), concernientes al Estado social, respeto a todas las corrientes del pensamiento, libertad académica, pluralismo político y propiedad intelectual, en tanto que la LOCTI 2010 transgrede esos valores al enfatizar la construcción del socialismo del siglo XXI como única doctrina posible de pensamiento.
Curiosamente, el propio padre de esta teoría, Heinz Dieterich, ha roto con su discípulo Chávez, al considerar que éste ha perdido la oportunidad de edificarla, construyendo en cambio “una choza sobre los cimientos de un rascacielos” (“rascacielos” que sería la obra de Marx). Desde esa choza se avanza sin pausa hacia la destrucción del país en todos los ámbitos. En ciencia y tecnología (C y T) no era posible escapar de tal decadencia. Y así, se ha implementado una nueva ley que rompe con el proceso de construcción de un sistema articulado de C y T que con altos y bajos se venía dando desde la segunda mitad del siglo XX. Y ahora agregamos la existencia de un proyecto de reglamento cuya discusión ya está en marcha. ¿Cuán inconstitucional puede ser un reglamento que regula sobre una ley con visos de inconstitucionalidad? Aun con limitaciones ya expresadas en el artículo anterior, la LOCTI 2005 fue bien recibida por la comunidad científica, por cuanto se dirigía a fortalecer el sistema de C y T al establecer una incipiente interacción entre instituciones, industrias, empresas y Estado. La LOCTI 2010, en cambio, ha generado pronunciamientos poco frecuentes cuando se trata de C y T, un tema todavía etéreo para amplios sectores de la población, a pesar de que la sociedad actual gira alrededor de los continuos progresos en el área. Universidades, academias, gremios profesionales, industriales y empresariales han expresado su desacuerdo con una versión 2010 de la ley que además de vulnerar aspectos como los ya señalados, sustituye la denominación de investigador por la de “cultor de la ciencia“, en la pretensión de considerar superflua la necesaria formación académica para la producción de conocimiento y el desarrollo de tecnologías, algo equivalente a ejercer la medicina o la ingeniería sin la preparación y pericia que esas disciplinas requieren.
Tal Cual , 8/9/2011, Politica, Pag 6