ALIMENTOS Las empresas del Estado trabajan a 49% de su capacidad
Subsidio a la harina de maíz cuesta Bs 750 millones
Las agroindustrias gestionadas por el Ejecutivo presentan problemas con la logística y distribución
KATIUSKA HERNÁNDEZ
khernandez@el-nacional.com
Los altos costos de producción de la harina precocida de maíz y el rezago del precio perjudican no sólo la operatividad de las agroindustrias privadas, sino también la de las plantas procesadoras del Gobierno que, además, registran pérdidas y problemas de logística y distribución del producto al mercado al detal.
Un informe del sector de alimentos indica que mantener el precio de la harina precocida de maíz en 1,64 bolívares el kilo en Mercal y en otros programas oficiales, genera una pérdida económica para el Estado y desmejora la operatividad de las empresas gubernamentales.
Con el subsidio oficial, que permite vender en 1,64 bolívares y no al precio regulado de 3,37 bolívares, el Gobierno asume los gastos de producción por el alza de la materia prima, el incremento de los empaques, el pago de mano de obra, transporte y otros costos, lo que se traduce en una pérdida de 750 millones de bolívares en promedio al año.
El Gobierno controla 51% del mercado de procesamiento de la harina de maíz precocida con una operatividad de 64.596 toneladas al mes, sin embargo, trabajan a 49% de su capacidad para producir 31.496 toneladas, según las estadísticas de producción agroindustrial al cierre de junio. Hay un déficit de 33.100 toneladas de harina.
Proarepa y Pronutricos, expropiadas a finales de 2009, operan con baja productividad. La primera procesa 4.685 toneladas mensuales (47% de utilización) y la segunda está en 64% de su capacidad con 5.107 toneladas. Las plantas creadas entre el Ejecutivo e Irán funcionan a 38% de su potencial y procesan 4.500 toneladas mensuales de 12.000 que deberían producir.
“Las empresas del Estado no han logrado ser eficientes en el manejo técnico de los equipos y han tenido dificultades en la logística de recepción de materia prima y despachos del producto terminado”, refiere el informe.
Con respecto al sector privado indica que tienen una capacidad operativa promedio de 62.500 toneladas al mes, con una participación de 49% del total del mercado. Mensualmente procesan 58.750 toneladas y cubren efectivamente 65% de la demanda, operando a máxima capacidad con 94% en promedio.
Entre las plantas del Gobierno y las agroindustrias privadas se distribuyen mensualmente 90.246 toneladas, pero la capacidad instalada de todo el sector asciende a 127.096 toneladas. El déficit es de 36.850 toneladas mensuales, que en su mayoría depende de la producción faltante de las empresas estatales (33.100 toneladas).