Hartos de tantas promesas incumplidas y de tanto abandono, los 130 trabajadores que aún quedan en la planta de refractarios que se llamó Cerámica Carabobo en Puerto Ordaz, rebautizada tras la estatización como Refractarios Orinoco, decidieron arrancar la producción “a juro” y por su cuenta aún sin apoyo ni autorización del gobierno nacional, el Mibam y la CVG.
“Ya no aguantamos más esta situación. Una y otra vez nos han engañado”, dijo el grupo que debió atender a los periodistas en las afueras de la planta ante la orden dada por las autoridades del gobierno y la CVG de no permitir el ingreso y ante los funcionarios que fotografiaban a los trabajadores en protesta.
Cerámica Carabobo, división refractarios, es una planta con mas de tres décadas de existencia, fabricante de piezas refractarias para los altos hornos de Sidor así como insumos para las celdas de Venalum y Alcasa. Hace tres años un conflicto laboral con un sindicato pro-oficialista que pedía su estatización derivó en un cierre técnico.
El entonces ministro Rodolfo Sanz dijo en octubre de 2008 que el cierre técnico “podría ser parte de un plan desestabilizador” y que el presidente Chávez le había dicho que buscara una solución negociada al conflicto “o que la tomara, la militarizara”.
Agregó Sanz un “regaño” a los dirigentes sindicales: “No les ofrezcan a los trabajadores lo que no podemos cumplir sólo por mantenerse como jefe de un sindicato, porque no vale la pena”.
Varios meses más tarde, el 21 de mayo de 2009, en un acto en Guayana donde ordenó la estatización de varias empresas briqueteras y de la productora de tubos, Tavsa, Chávez ordenó estatizar Cerámica Carabobo, cosa que celebró un sector de los trabajadores, mientras el resto pensó que al menos eso serviría para normalizar el trabajo.
No tardaron mucho unos y otros en desilusionarse. El gobierno nunca reactivó la producción de refractarios mientras Sidor, ya en manos del mismo gobierno, se dedicaba a importar los refractarios desde Brasil y otros países en un extraño negocio que jamás fue explicado.
Varias veces, con ocasión de circunstancias preelectorales el gobierno anunció un “prearranque administrativo” tras los cuales abrían una inscripción de nómina.
SE DECIDIERON
Los 130 trabajadores que se mantuvieron sin renunciar y recibir sus prestaciones estuvieron más de un año sin cobrar salario recibiendo bolsas de comida de Mercal.
Desde hace casi un año los colocaron en una nómina cobrando salario mínimo sin reconocer el contrato colectivo que ellos tenían con los patronos privados.
En el plano productivo ni en la gestión del ministro Sanz ni en la de José Khan han hecho nada para activar la planta y se mantuvo la importación de Refractarios.
En una ocasión anunciaron un convenio con Cuba, país que tiene unas vetustas plantas de refractarios de la era soviética para ladrillos de hornos para los ingenios azucareros, pero cuando los cubanos visitaron la planta de Refractarios Orinoco no ocultaron su sorpresa ante una tecnología que jamás habían visto. Luego el gobierno firmó un convenio con la brasileña Magnesita aunque son ellos los que nos venden refractarios.
Pedro Hernández, trabajador, dijo ayer que pese a las amenazas decidieron reactivar la producción y que le venderán a Sidor o a cualquier cliente privado “que nos garantice pagos oportunos para poder comprar insumos y repuestos”.
“Hacemos un llamado al presidente Chávez para que nos apoye ya que sus funcionarios no lo han hecho”, dijo. Otros trabajadores, bajo condición de anonimato, dijeron que ya ellos no creen eso de que “Chávez no sabe nada” pero que están de acuerdo en hacerle ese llamado al mandatario.
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