MENTIRAS AMENAZANTES.
RUNRUNES. Nelson Bocarandi. El Universal.
El titular de primera página de Últimas Noticias del pasado viernes donde en una especie de aviso del lejano oeste escribieron: “Se buscan aceite y carne regulada” levantó roncha en el Alto Gobierno, extremadamente sensible a que se denuncien las realidades y se descubra que todo lo que hacen es un permanente show televisivo tan repetitivo en estos doce años que ya pocos se lo creen. El diario popular solo reflejaba lo que sus lectores y la reportera habían detectado en siete establecimientos: dos mercados populares, dos cadenas de supermercados privados, dos cadenas públicas y un Megamercal. La molestia roja fue tal que de inmediato citaron a una reunión convocada por Elías Jaua en la Vicepresidencia de la República a la que asistieron la Confederación Nacional de Ganaderos (Confagan), la Asociación de Frigoríficos y Mataderos, la Asociación Nacional de Supermercados y Afines ANSA, Cavidea, Polar, Makro y Cargill. Por el Gobierno estuvo el vicepresidente Jaua; el ministro de Alimentación el militar rojo Carlos Osorio; el Ministro de Agricultura y Tierras conocido como el expropiador de revólver al cinto Juan Carlos Loyo y Howard Díaz, viceministro de Comercio y Superintendente del SADA. De arrancada, la reunión “conciliatoria e informativa”, hizo que Jaua amenazara a los frigoríficos diciéndoles “estamos listos para tomarlos si en 48 horas no resuelven el problema así sea perdiendo dinero. De lo contrario tomaremos las instalaciones y no serán expropiados. Serán confiscados y no les pagaremos nada”. El grosero y siempre amenazante titular de Alimentación, como ha hecho en todos sus cargos donde lo ha ascendido la incompetencia roja, dijo en varias ocasiones que de cara a las elecciones presidenciales de 2012, estaban listos para garantizar el abastecimiento de productos básicos “como sea”. Estamos preparados para confiscar instalaciones productivas o para importar todo lo que sea necesario. Tenemos real. Dijo que están dispuestos a frenar las “estrategias de desestabilización de la oposición”. “Si ustedes creen que Chávez va a salir por desabastecimiento, están equivocados, estamos preparadísimos”. En plena reunión el vicepresidente se comunicó por teléfono con el director de Últimas Noticias, el periodista afecto al proceso Eleazar Díaz Rangel, para amenazarlo “mi querido amigo le voy a responder con todo. Es irresponsable que una periodista tuya, por ir a 3 o 4 establecimientos, (fueron 7 y muy variados) escriba un titular como ese que es completamente falso y genera zozobra en la población”. ¿Se le olvidó acaso al funcionario, adulante como pocos del comandante en reposo, que los titulares de la primera página son potestad del director del medio? Más adelante se ordenó a los presentes que de forma prioritaria se abastezca a Caracas así sea en perjuicio del resto del país. Esto para crear una ilusión más, un espejismo más, como las maquetas de apartamentos, de que hay abastecimiento suficiente de productos básicos. A la salida el propio Jaua mintió una vez más a los ciudadanos declarando que no había ningún problema en el abastecimiento de estos productos ni de sus materias primas. Obligaron a algunos de los asistentes a declarar, ofreciendo similares mensajes falsos sobre “el pleno abastecimiento de productos básicos”. En la noche la coprofagia roja de VTV comenzó a atacando a Díaz Rangel para luego terciar contra los propietarios de la Cadena Capriles. El sábado la reseña del diario dejaba ver que Jaua reconocía que había que revisar algunas estructuras de precios. El domingo abría señalando “el aceite se deja ver la carátula. Un producto de soya importado de Argentina y la carne regulada reaparecen en los operativos”. Ayer: “Chávez pone foco en comida. Amenazó con intervenir o expropiar cadenas de alimentos que especulen o acaparen”. Mientras escribía esta columna escuche en la radio los planteamientos de alguien cercano a la comercialización del aceite Vatel explicar que el Gobierno les había prohibido a los fabricantes vender en envases de 18 litros para los establecimientos de comida por lo que tuvieron que ir a los anaqueles y comprar los envases de a litro. La medida inicial les fue advertida a los ministros de sus consecuencias negativas y los callaron. Ven al enemigo por todas partes. No se dan cuenta que por corruptos, inútiles, sin experiencia, con el afán de hacer un negocito diario y con teorías a lo Giordani ancladas dos siglos atrás, son ellos mismos sus propios enemigos. Por querer destruir a los empresarios nacionales acaban con Venezuela y llenan de dinero las arcas de los empresarios de Argentina, Brasil, Colombia y Ecuador y sus intermediarios rojitos…