Producción hipotecada
La producción de Venalum va a dos transnacionales, pero la empresa estatal no recibe ni un dólar por esa venta. La hipoteca de su producción, compromete a Venalum al menos hasta 2016 sin poder hacer reinversión. La empresa del sector aluminio está produciendo sólo unas 220 mil toneladas anuales
Por: Damián Prat C./Guayana
“La producción de aluminio de Venalum apenas llega a unas 18 mil toneladas mensuales, a lo sumo 19 mil, de las 36 mil toneladas promedio que cada mes producía consecutivamente por años, hasta que el “estatismo salvaje” desbarató su productividad, puso sus cifras en rojo y finalmente la orden de racionamiento eléctrico del alto gobierno le tumbó el 45% de sus celdas de reducción que aún siguen cerradas.
Para colmo, el Gobierno nacional y el Ministerio para las Industrias Básicas y Minería (Mibam) firmaron en 2009 convenios con dos poderosas y polémicas transnacionales del aluminio, conocidas como Glencore y Noble para que le concedieran prestamos en dinero “cash” a cambio de producción de aluminio a futuro ¡hasta 2016!
Mediante tales convenios, Venalum debe entregar a esas dos transnacionales 11 mil toneladas mensuales del metal sin recibir nada a cambio porque ese dinero, montante a 180 millones de dólares, ya lo cobró el Gobierno por adelantado sin que nadie sepa en que lo gastaron.
Al menos no fueron a parar a las cuentas de Venalum ni se usaron en reinversiones en la empresa, según han reclamado por meses los dirigentes sindicales. Eso es una hipoteca y en las peores condiciones.
El 61% de la producción mensual de Venalum ya está comprometida con dos clientes que las pagaron por adelantado, pero no a Venalum, sino al Gobierno y por ello la empresa ni recibe hoy, ni recibió nada ayer, por esa producción.
SIN MUCHAS OPCIONES
La otrora “joya de la corona” del sector aluminio está produciendo sólo unas 220 mil toneladas anuales de las 430 mil que lograba siempre, sin poder remediar el déficit en el corto ni el mediano plazo, porque el “apagado” de esas celdas las daña irremisiblemente.
Reparar cada celda individual tiene un costo aproximado de 800 mil dólares y lleva semanas de trabajo. Son 405 las celdas que Venalum perdió por la orden de Miraflores.
Venalum, entonces, debe “sobrevivir” con la venta de apenas 7 mil toneladas al mes y menos de 90 mil al año. Por eso, además del destrozo de su capacidad de producción y de los vicios exacerbados del “estatismo salvaje”, Venalum no puede recuperarse aunque nada de todo eso sea culpa de la propia empresa y mucho menos de sus trabajadores.
El “presidente-trabajador” de Venalum, Rada Gamluch, que ya tiene ocho meses en el cargo, ha admitido la existencia del convenio en declaraciones públicas pero se abstiene de hacer juicios de la misma.
GOBIERNO NO DA LA CARA
El responsable de haber tomado tan desastrosas decisiones son los funcionarios del alto gobierno. Lo hicieron el presidente Hugo Chávez, el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, el ex ministro del Mibam, Rodolfo Sanz, Alí Rodríguez y algunos más del “cogollito” gobernante.
Se supone que con los 180 millones de dólares que pagó Glencore por adelantado a finales de 2009, junto con otros 80 millones por la producción de alúmina de Bauxilum y 100 millones de Alcasa, más otros 140 millones de dólares no especificados, el Gobierno abrió la tristemente célebre cuenta del banco ruso en el Líbano, de cuya historia el Ejecutivo nunca quiso dar explicaciones transparentes al país.
Se dice que el dinero fue transferido luego por el ministro Giordani a las cuentas del Fonden para otros usos del Gobierno pero nunca ha sido posible una explicación oficial.
Manuel Díaz, presidente del sindicato de profesionales de Venalum, mostró en su momento documentos que probaban ese contrato, y esa polémica cuenta, e introdujo la denuncia en Fiscalía sin respuesta alguna.
El ex ministro Sanz admitió la existencia de la cuenta en entrevistas posteriores a su salida del cargo, pero antes, siendo ministro, recalcó varias veces su célebre frase: “Todo, absolutamente todo, lo que yo hago, es bajo instrucciones directas y precisas del presidente Chávez”.
MÁS CONFLICTOS
Pero el mal manejo de la operatividad de la empresa también desencadenó conflictos laborales recientemente. La semana pasada, los trabajadores de Venalum levantaron una huelga que se inició por irregularidades en el pago de los sueldos y falta de reconocimiento de jornadas laborales especiales.
Luego de la intermediación del canciller de la República, Nicolás Maduro, la empresa se comprometió a dar cumplimiento al uso de la base de cálculo para la aplicación del salario normal a todos los trabajadores de nómina diaria, mensual menor y mensual mayor, desde el 28 de febrero de 2011.
También garantizaron pagar entre el 07 y el 12 de marzo un tercio de la deuda correspondiente al domingo como feriado trabajado.
EL DOBLE DISCURSO
El caso, como otros, pone de bulto el doble discurso del Gobierno que hace encendidos discursos “contra el capitalismo y las transnacionales”, se presenta como “defensor de la soberanía nacional” pero hace contratos lesivos al interés nacional, que hipotecan al país en las peores condiciones.
El presidente de Sutrapuval denunció ayer que el Mibam y Venalum están negociando con Glencore otro contrato pidiendo 80 millones de dólares más a cambio de extender la hipoteca de producción dos o tres años más.
Se supone que buscan tapar algunos huecos de déficit por motivos de la campaña electoral presidencial de 2012 aunque eso signifique hacer más inviable a Venalum en el mediano plazo.
http://www.talcualdigital.com/Avances/Viewer.aspx?id=48637&secid=3#