Chávez, la inflación y la devaluación
HERBERT HUDDE | EL UNIVERSAL
sábado 6 de noviembre de 2010 04:08 PM
Aquellos que esperan que Chávez y sus lumbreras puedan bajar la inflación y la devaluación se van a caer de un coco. Veamos por qué.
Como ya es archisabido, la inflación se produce cuando la cantidad de dinero en circulación crece más que lo que crece la capacidad productiva del país. Antiguamente los gobiernos eran los emisores del dinero, y cuando tenían algún déficit de caja (que era prácticamente siempre) recurrían a emitir dinero inorgánico, el cual echaban a la calle, y como entonces había más dinero persiguiendo los mismos bienes, aumentaban los precios y se producía la inflación. Para que eso no se hiciera se inventaron los bancos centrales, con el objeto de quitarle al Gobierno la facultad de emitir el dinero. Esta facultad pasó entonces a dichos bancos centrales, conjuntamente con la atribución de manejar las reservas internacionales, y éstos sólo pueden emitir dinero contra la recepción de divisas u oro, de manera que todo el dinero en circulación esté respaldado por las reservas del país, es decir, por divisas u oro. Además, a los bancos centrales se les prohíbe prestarle dinero al Gobierno (salvo unas pequeñas excepciones), y disfrutan de autonomía, es decir, no reciben órdenes de dicho Gobierno.
Ahora bien, ¿qué es lo que ha pasado aquí? El problema comenzó con lo del “millardito” que quería Chávez que el BCV le diera. Éste, con razón, se opuso inicialmente a entregárselo, pero como en el país se hace lo que le da la real gana al emperador, limpiándose el que te conté con la Constitución y las leyes, con la colaboración de los sumisos que detentan los poderes del país, el emperador logró su objetivo, pues le inventaron la ley con el concepto de nivel de reservas adecuadas (NRA), y así el Gobierno le raspa al BCV todo lo que excede del NRA, es decir, una cantidad enorme de dólares, que cuando la lleva al BCV para que se la cambie por bolívares, éste le entrega y pone a circular otra vez una cantidad de bolívares igual a la que ya puso en circulación al recibir las divisas por primera vez, y así inyecta más dinero inorgánico a la economía. Para colmo de males, además el BCV puede, ahora, descarada y legalmente, financiar al Gobierno, y por si fuera poco, el BCV debe entregar al Gobierno las utilidades cambiarias. Total, más y más dinero inorgánico, y por supuesto, más y más inflación, que fue precisamente lo que se quiso evitar cuando se crearon los bancos centrales, y el BCV ya no es ningún banco central, sino un pobre y payasérico monigote.
Por otra parte, el Führer sabe que la única posibilidad que tiene de mantenerse en el poder es repartiendo dinero a diestra y siniestra con todas las limosnas que da a través de sus misiones y otros mecanismos, ya que ello es lo que mantiene a la gente votando por él, pues el pueblo venezolano no puede ser tan torpe para no ver el barranco al que Chávez lo está llevando, así que éste no va a parar de gastar, para lo cual endeudará al país hasta los tequeteques, raspará las ollas del BCV y los otros fondos que hay, y buscará como sea los mecanismos para seguir con la guachafita, y de que lo va a lograr, lo va a lograr. Total, más y más dinero a la calle, y por supuesto, más inflación.
Entonces, con ese tronco de chorro del BCV abierto, y con la gastadera que 150% seguro va a haber por lo menos hasta las elecciones, es técnicamente imposible que aquí baje la inflación. Si no bajó cuando el BCV era serio, ahora que es una caricatura, muchísimo menos va a bajar. Es más, si no aumenta, estaríamos en presencia de un milagro.
Por otra parte, como es lógico, la devaluación promedio del bolívar respecto al dólar desde el viernes negro hasta ahora ha sido muy parecida a la inflación promedio, y eso va a continuar así porque no puede ser de otra forma, y por más que Chávez lo retarde siempre lo más que pueda, se van a devaluar impepinablemente los 4 bolívares que existen hoy en nuestra economía (los oficiales de Cadivi, actualmente en 2,60 y 4,30, el del Sitme, hoy en 5,30, y el otro, cuya cotización no se puede mencionar, aunque, je je, todo el mundo la sabe).
Así que estimados amigos, y sin ánimo de aguarles la fiesta, mientras Chávez siga con el coroto en sus manos, jamás saldremos de esta espiral inflación-devaluación-inflación. Pueden jurarlo.
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http://www.eluniversal.com/2010/11/06/opi_art_chavez,-la-inflacion_06A4697819.shtml
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