Necrofilia y personalismo

Necrofilia y personalismo TULIO HERNÁNDEZ El nuevo discurso oficialista sostiene que Bolívar está vivo. Es decir, que no está muerto. Se considera, por tanto, una herejía, una afrenta o un pecado que un venezolano mortal afirme que el padre de la patria murió. Es, por lo menos, de lo que han acusado voceros oficialistas al cardenal Urosa Savino (Tal Cual , 21 de julio de 2010). Porque ya no se trata de una metáfora del tipo “Bolívar sigue vivo en el corazón de los venezolanos”, sino de una especie de fe revelada que impulsa a algunos de los funcionarios presentes Seguir leyendo