SOBRE LA MARCHA
Por Elides J. Rojas L.
24.07.2010 03:26 PM
El fracaso anunciado de las comunas
Ciertamente, micomandantepresidente tiene en la Ley de Comunas un verdadero motor generador de esperanzas para los más pobres, ese sector que es para Chávez la médula de su éxito electoral. Darle poder al pueblo por medio de las comunas es en el discurso chavista la esencia de lo que viene y la razón de porqué deben seguir votando por él y su gente hasta que el Panteón Nacional abra otro espacio.
Por eso tanto apuro para su aprobación, aunque en los últimos días, entre la guerra con Colombia y los contenedores podridos, se le ha ido el tiempo al líder intergaláctico. Con esa ley, y el proyecto que representa, Chávez tiene un saco de promesas renovadas para repartir entre los pobres. Pero, el estratega comunista tiene y tendrá un problema serio con este cuento de las comunas. Es un plan pensado para concretar el sistema de control total que encierra su comunismo cubano. Pero, y esto es más grave, el sistema está diseñado solamente para chavistas. Es un plan absolutamente sectario y excluyente.
Si en este momento Chávez mal gobierna solamente para sus seguidores y ejecuta, lo poco que hacen, por conducto de los gobernadores y alcaldes del chavismo; y excluye y mal trata a todo lo que huela a oposición o disidencia, ¿cómo será la cosa cuando trabaje directamente con grupúsculos de chavistas? Actualmente la obstrucción la adelanta Chávez, a pesar de que los tradicionales mecanismos de la estructura del Estado prevé la obligación constitucional de aportar recursos, en el ámbito económico y muy especialmente en materia política. La relación presidente-gobernadores de oposición es casi igual a la que mantiene con Colombia y Uribe. Un Capriles o un Salas son traidores a la patria, no son compatriotas con quienes se debe trabajar para beneficio de los ciudadanos. Un Pérez Vivas o un Ledezma son enemigos a quienes hay que tirarles los tanques. Nunca serán vistos por Chávez como venezolanos, que con sus diferencias persiguen, un objetivo común, trabajar por la gente. Bajo esa óptica, el gobierno es sectario y excluyente por principio revolucionario. Y lo es a matar. O se es chavista o simplemente es un enemigo escuálido.
Solamente por esa visión sectaria es fácil predecir el fracaso de las comunas. Si todo el país fuera chavistas y comunista, todas las comunas que nacieran bajo el manto del chavismo rojo, recibirían respaldo político y apoyo económico sin más límites que los que imponga el jefe desde Miraflores. El mismo manejará esos reales. Y él mismo recibiría las glorias por su generosidad. Pero la realidad es otra. Mucho más de la mitad del país ni es chavista ni es comunista. El castrochavismo es claramente una minoría en este momento. Gobernar directamente para una minoría favorecida y excluyendo a la mayor parte del país es la mejor manera de comprarse un fracaso glorioso y un zaperoco social de marca mayor.
¿O es que acaso Chávez cree que comprará a la mayoría con el cuento de que si no están con la revolución no recibirán recursos? Es decir, que Chávez va a condenar a la miseria y al abandono a un poco más del 70% del país. Imposible. Y si el empeño castrista lo lleva hasta allá, pasará a la historia como el hombre que en doce años destruyó al país, a su economía y hasta a sus instituciones. Ya lo está haciendo, pero con las comunas terminará la obra.
¿Qué es una comuna de oposición? Si acaso llegara a existir, si acaso permiten que se registre. Será sencillamente una Colombia en Venezuela. Así las verá micomandantepresidente.
Destrucción total es el camino por andar.
Twitter: @ejrl