El Quinto motor es evidentemente inconstitucional.
El presidente se prepara para anular los resultados de las elecciones del 26S.
Se preve un gran conflicto de gobernabilidad. Con un Tribunal Supremo justificando lo injustificable, se asoma el parlamentarismo de calle presidido por Cilia Flores, como la Asamblea paralela, al igual que lo ensayado en Lara, Táchira , Zulia , Carabobo , Miranda y Nueva Esparta. Igualmente próximo y con carácter de urgencia, se planteará el parlamento Universitario, para poder convalidar todos esos titulos de médicos, abogados, comunicadores y otros, como propaganda politica en su ya maltrecha fachada en el exterior.
¿Podrán los camaradas del PSUV imponer su comunismo a sectores importantes dentro del partido que se oponen a ese modelo? Hasta ahora, están perdiendo la partida: los reales los tiene Chavez, y sus militares no tienen miedo de rendir cuentas, pues no se las pedirán.
El 26S es la gran prueba.