Recortes a las industrias básicas no resolvieron el déficit eléctrico
La lenta incorporación de unidades térmicas obligaría a retomar el racionamiento. La demanda sobrepasa la oferta disponible entre 1.200 MW y 1.500 MW. Alcasa, Sidor y Venalum consumen, en condiciones normales, 1.600 MW que son aportados por Edelca en su totalidad. Expertos aseguran que existe un déficit de 2.000 MW de generación
El Gobierno admitió que pese a la suspensión del racionamiento aún no se puede decretar el fin de la crisis eléctrica. “Queda un trecho que caminar. Es como que tengas un paciente en terapia intensiva y debas ponerlo bajo cuidado a fin de que se estabilice definitivamente y recobre el vigor necesario”, dijo el ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez Araque.
En efecto, la medida tomada por el Ejecutivo, a juzgar por los expertos, tiene un carácter más político que técnico.
El sistema aún no se ha estabilizado y las fallas estructurales aún están presentes. Aun cuando las industrias básicas no están en plena capacidad operativa, en vista de se les redujo el suministro eléctrico en 560 megavatios para prevenir el colapso del Guri, la demanda eléctrica a escala nacional, de acuerdo con fuentes consultadas, sobrepasa a la oferta disponible entre 1.200 MW y 1.500 MW. Alcasa, Sidor y Venalum consumen, en condiciones normales, 1.600 MW que son aportados por Edelca en su totalidad.
Nelson Hernández, experto en gerencia y energía, considera que persiste la crisis eléctrica pues aún existe un déficit de 2.000 MW y no se ha hecho la infraestructura de generación.
Otra fuente del sector asegura que “volvemos a operar el sistema eléctrico como un centro de apuestas. Apostamos a que llueva y a que no haya fallas”.
Aunque la fuente reconoce que el Gobierno ha mitigado parte del déficit, agrega que aún hay problemas como la baja generación del Guri, la disminución de generación en la planta termoeléctrica de Tacoa y de Planta Centro 1, cuyo aporte es intermitente. Desde el miércoles pasado está nuevamente fuera de servicio.
Ahorro en megavatios. La Asociación Integral de Políticas Públicas advierte en un informe que la reducción de la demanda obligada en centros comerciales y edificios públicos, la disminución de la venta de electricidad a Brasil, la instalación de 50 millones de bombillos ahorradores, la aplicación del esquema tarifario a altos consumidores comerciales y residenciales y la restricción de la demanda de Sidor, Alcasa y Venalum MW, se traducen en un ahorro de apenas 850 MW. Al sumarle a esta cifra los 1.300 MW que representaron el racionamiento en el interior del país, la baja en la demanda máxima de potencia en marzo fue de 2.150 MW. Con la suspensión del racionamiento el ahorro se redujo a 1.500 MW.
Las cifras del Centro Nacional de Gestión reafirman que la demanda máxima de potencia en lo que va de 2010 es de 15.807 MW, frente a un máximo histórico de 17.337 MW que se registró en septiembre de 2009. Esto refleja una baja de 8,82%. De allí las preocupación de que un crecimiento de la demanda sin la debida ejecución de las obras para aumentar la disponibilidad del parque termoeléctrico y mejorar el desempeño de las líneas de transmisión y distribución pondrá nuevamente en peligro el sistema eléctrico.
En ese sentido, el documento de la Aipop señala que: “En vista de que el crecimiento en generación hidroeléctrica se restringe en 2010 a 514 MW de la central Fabricio Ojeda (La Vueltosa), si se recupera la demanda y no se incorpora nueva generación termoeléctrica, en valores superiores a los 2.000 MW, continuaremos de nuevo con los racionamientos y las interrupciones del servicio”.
20 de junio 2010 | 07:36 am – Jeanne G. Liendo P. El Nacional.