Doble contabilidad

Doble contabilidad

Fernando Luis Egaña

Al igual que las organizaciones características del crimen organizado, el régimen de Chávez siempre lleva una doble contabilidad. Una para la calle o la galería o la propaganda interesada, y otra para el verdadero funcionamiento del proyecto de dominación y, bien se sabe, de depredación.

El caso de la Constitución, por ejemplo, es emblemático. Por un lado está la formal o la de 1999, re-publicada en la Gaceta Oficial N° 5.453 (Extraordinario) del 24 de marzo de 2000. Y por el otro se encuentra el entramado para-constitucional –o en verdad, “anticonstitucional”, que se ha venido fabricando desde entonces y especialmente a partir del desaprobado proyecto de reforma constitucional de 2007.
Prácticamente todas las propuestas de la fallida reforma han sido incorporadas a la “legalidad emergente” a través de ucases presidenciales con forma de leyes, decretos-leyes y decisiones del TSJ, y ya se configura a Venezuela como una “revolución socialista”, cuando ni la palabra socialismo o el termino revolución aparecen en ninguno de los 350 artículos o 18 disposiciones transitorias de la Constitución de 1999.
Con el manejo de los recursos públicos pasa otro tanto. Hay una Ley de Presupuesto oficial que la Asamblea Nacional tramita y convalida, pero hay todo un sistema para-presupuestario que el señor Chávez dispone a su real saber y entender, sin rendición de cuentas ni atisbos de control orgánico. No es un mero asunto de falta de transparencia, sino una categoría muy distinta: las finanzas del Estado se han transmutado en una hacienda personal, directa y exclusiva del mandón miraflorino.

En la dimensión militar ocurre una tragedia similar. En una esquina está la FAN, con sus 4 componentes constitucionales y su sistema organizativo en apariencia institucional, aunque cada vez menos… Y en las demás se erige la milicia bolivarista, teledirigida por los cubanos e imbricada con el PSUV en abierta trasgresión a toda la doctrina constitucional en la materia, para no entrar en las honduras de la estocada a la soberanía nacional.

Y ni hablar de las cuentas nacionales, como PIB, ingreso per-cápita o monto del salario mínimo, que calculadas al dólar ficticio de Cadivi dan unos resultados inflados en comparación con la realidad del poder de compra del cambio real.Y sea cual fuere el ámbito a analizar, salta la misma doble contabilidad. El contralor Russián declara que la corrupción disminuye, y lo hace en medio de la guerra de las mafias gobierneras, cuyo “capo di tutti capi” es el propio jefe del Estado. El oficialismo conmemora los 10 años de la Constitución, y sus voceros proclaman la necesidad de “desbaratar” el régimen político que esta consagra. La economía productiva, comenzando por la petrolera, anda vuelta añicos y los informes del BCV retratan un paraíso que ni en Singapur.

En un solo país se ha montado una para-República, que de republicana apenas tendría el nombre, porque se trata de una satrapía o despotismo habilidoso que concentra el conjunto del poder con el fin primordial de perpetuarse por encima de cualquier consideración, incluyendo la voluntad popular. ¿Qué más tiene que acontecer para que a nadie le quepa duda?

flegana@gmail.com

Entradas relacionadas